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Discurso de Gabriel Boric
Quito, 12 ene (EFE).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró que, tras dejar el poder en mayo de 2017, irá a Bélgica con su familia, aunque no descartó volver a la política activa en su país si así lo requieren las circunstancias.
En una entrevista de televisión la noche de este martes, el mandatario ecuatoriano dijo que tiene mucha confianza en que su movimiento político, Alianza País logre un nuevo triunfo en las elecciones presidenciales de principios de 2017, sin él como candidato.
«Es hora de ir a casa» y pasar con la familia, tras diez años en el poder, señaló Correa y dijo que su proyecto es ir a Bélgica, de donde es oriunda su esposa, Anne Malherbe, para vivir allí algunos años.
«Ojalá no tenga que regresar el 2021 (para participar en las futuras elecciones), pero si molestan mucho regreso, depende mucho de la oposición», añadió en tono irónico, al advertir que no tolerará que sus adversarios lo difamen después de abandonar la Presidencia.
Correa, que llegó al poder en 2007 con su propuesta de «Revolución ciudadana», señaló que su formación dispone de muchos cuadros políticos para enfrentarse a la oposición en los próximos comicios.
Mencionó como ejemplo a su exvicepresidente Lenin Moreno, a su actual vicepresidente, Jorge Glas; a su canciller, Ricardo Patiño; y al ministro del Interior José Serrano.
La designación del candidato presidencial del oficialismo se decidirá en una Convención de Alianza País que se prevé efectuar a finales de año.
«Normalmente será en noviembre o diciembre» cuando se designe al candidato presidencial, agregó Correa que, según su criterio, la oposición no logrará arrebatar el poder a Alianza País en los próximos comicios.
Para Correa, «el mayor problema a enfrentar (por el oficialismo) no es la oposición, porque la oposición no existiría sin los medios de comunicación».
«El mayor problema son los medios de comunicación», apostilló el mandatario que ha mantenido un frecuente pulso con varias empresas de prensa, a las que ha acusado de ser un «poder fáctico» del pasado.
Además opinó que es improbable que en Ecuador se reproduzcan situaciones como las de Argentina o Venezuela, donde grupos de derechas han ganado las últimas elecciones, en detrimento de los gobiernos llamados progresistas.
Lo que sucede, según Correa, es que en el continente «hay una restauración conservadora brutal», apoyada por los medios de comunicación, y que aprovecha el «momento económico difícil» que vive la región.