jueves, 11 de diciembre de 2014
Correa o cómo igualar el récord de Chávez en el poder

Ignacio PeralesPor Ignacio PERALES

La Corte Constitucional y el Parlamento de Ecuador han hecho el trabajo que la Presidencia de Ecuador esperaba de ellos: despejar el camino para una reforma de la Carta Magna que habilite una cuarta elección consecutiva de Rafael Correa en el  2017. Aunque el favorecido no ha dicho claramente que tenga previsto aprovechar la oportunidad, el hecho de que la tenga, no es un mensaje auspicioso. Una vez más, la tentación de algunos gobernantes a perpetuarse en el poder parecería imponerse sobre la salud o la higiene democrática.

La máxima instancia judicial de Ecuador dictaminó que la Asamblea Nacional tiene facultades para redactar una enmienda constitucional que permita la reelección indefinida de todos los cargos de elección popular además del de Presidente. La oposición promete seguir dando la batalla y no ceja en su empeño de exigir un referéndum.

El pronunciamiento de la Corte, al hacer extensiva la medida a todos los cargos, intenta enmascarar, bajo la máxima, de qué se quejan si es café para todos, el plan hegemónico de un hombre que, en términos económicos y sociales ha hecho bien las cosas. Eso no quita para que  en el camino haya pisoteado derechos fundamentales y libertades ciudadanas.

Rafael Correa durante la Cumbre de Veracruz en México

Rafael Correa durante la Cumbre de Veracruz en México

Correa manifestó en el 2007, fecha en la que ganó las primeras elecciones, que la reelección indefinida no estaba entre sus planes. El presidente que llegó al poder con eslóganes de sacudir «correazos» a la corrupción, también dijo que ésta legislatura sería la última. Pero, a medida que se acerca la fecha de dejar el poder, el actual mandato parece no querer abandonarlo.

En los años 90, en la «larga noche neoliberal», como le gusta decir a Correa, el argentino Carlos Menem logró la reelección gracias al Pacto de Olivos que suscribió con Raúl Alfonsín para reformar la Constitución. A Alberto Fujimori, con mayoría, autogolpe y control absoluto de Perú, no le fue difícil lograr el mismo objetivo y al socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, tampoco le costó mucho subirse a ese carro de repetir plato presidencial. En teoría, los mencionados buscaban dos mandatos consecutivos pero lo de Correa va más allá.

El presidente de Ecuador considera que la «restauración conservadora», como se refiere a su gestión, no está terminada y ahora necesita más tiempo. Así explica que en el mes de mayo defendiera a capa y espada la reforma de la Constitución  que, todo sea dicho de paso, redactó bajo su mandato en el 2008. Curiosamente, entonces, Rafael Correa consideraba que con una reelección era suficiente. Si, finalmente se anima y da el paso a su cuarta candidatura habrá igualado el récord de Hugo Chávez que estuvo 14 años en el poder. O, quizás, vaya por más.