domingo, 13 de septiembre de 2015
El escaso juego de los toros deja en tablas el desafío entre Castaño y Gallo

Justino Sanchón

Salamanca (España), 13 sep (EFE).- El mano a mano entre Javier Castaño y Eduardo Gallo, lo que en Salamanca se ha denominado el Desafío Charro -dos diestros de la tierra y seis toros también de la provincia- no ha tenido un vencedor, ya que ha sido una tarde aburrida, sin intensidad, con malos toros y unos toreros voluntariosos pero sin acierto.
Se han lidiado seis toros de las ganaderías pertenecientes a las ganaderías de Francisco Galache, Castillejo de Huebra, La Ventana del Puerto, José Cruz -devuelto a los corrales tras partirse una mano y sustituido por uno de Montalvo- Adelaida Rodríguez y Valdefresno.

FICHA DEL FESTEJO:

Javier Castaño, ovación, saludos y silencio.
Eduardo Gallo, ovación tras petición, ovación tras aviso y silencio.
Algo más de media entrada, en una tarde desapacible, con frío y ligera lluvia.

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VOLUNTAD ANTE UN DESAFÍO SIN TOROS

En el primero de la tarde, Javier Castaño mostró ganas, firmeza y una voluntad que incluso le valió un golpe sin consecuencias de un toro de Francisco Galache, ovacionado en su salida pero justo de fuerzas. Mató de una estocada tendida después de dos pinchazos, pero fue ovacionado.
Castaño también lo intentó ante el toro de La Ventana del Puerto que salió en tercer lugar, con peligro y que fue complicándose a medida que avanzaba la lidia. El diestro lo intentó por ambos pitones con unos meritorios derechazos. Lo mató de una estocada tendida y también fue ovacionado.
También tuvo un enemigo complicado en el último de su lote, un ejemplar de Adelaida Rodríguez, aunque logró sacarle derechazos de mérito. Lo mató de una estocada tendida y dos descabellos. Silencio para el diestro y pitos para el toro.
Eduardo Gallo tampoco tuvo suerte en su primero, con el hierro de Castillejo de Huebra, un manso de escasas fuerzas al que intentó torear junto a las tablas, de forma voluntariosa, pero el animal no daba para más. Lo mató de estocada caída y hubo alguna petición de oreja.
En su segundo, Gallo tuvo que enfrentarse a la devolución del titular, un astado de José Cruz que fue sustituido por uno de Montalvo, deslucido y complicado. El diestro intentó una larga faena, destacando unos naturales sueltos que le valieron una ovación después de matar de media estocada.
Lo intentó en el último de la tarde, arrancó los primeros aplausos cálidos del respetable, cuando el diestro se arrimó al de Valdefresno, con codicia, y al que le sacó unas interesantes tandas. Falló con la espada y se le escapó el triunfo.