miércoles, 22 de julio de 2015
El Parlamento de Ecuador rechaza violencia e intentos de desestabilización

Quito, 21 jul (EFE).- La Asamblea Nacional (parlamento unicameral) de Ecuador aprobó hoy una resolución que «rechaza todo tipo de violencia política» y condena cualquier intento de desestabilización, en relación con las protestas, algunas violentas, que se han registrado en el país durante las últimas semanas.
Con el voto de 84 de los 137 legisladores de la Asamblea, el pleno aprobó el proyecto de resolución, que fue criticado por la oposición al considerar que no se puede calificar al pueblo de desestabilizador, indicó en un comunicado la Cámara.
Los asambleístas (legisladores) del oficialismo recordaron que la Constitución garantiza el derecho a expresarse libremente, pero aclararon que no se pueden permitir actos violentos y desestabilizadores.
La resolución fue votada tras semanas de manifestaciones que comenzaron en junio, cuando el presidente Rafael Correa envió a estudio del Legislativo dos proyectos de ley que buscaban aumentar los impuestos a las herencias y a la plusvalía, pero el mismo jefe de Estado retiró luego «temporalmente» esas iniciativas.
Sin embargo, ese retiro no frenó las protestas, pues críticos y opositores al Gobierno insisten en pedir el archivo definitivo de los dos proyectos de ley, mientras el Ejecutivo insta a un diálogo nacional sobre los mismos y sobre el tipo de sociedad en la que quieren vivir los ecuatorianos.
Aunque el Gobierno asegura que estas subidas de los mencionados impuestos, de aplicarse, no afectarían a los pobres ni a la clase media, muchos de quienes protestan argumentan que sí lo haría y que las pequeñas empresas y propiedades se pueden ver afectadas por estas medidas.
Pero lo que comenzó con esas exigencias dio paso a nuevas reivindicaciones contra otras medidas defendidas por el Gobierno, como la reforma de la Constitución para permitir la reelección indefinida de los cargos de elección popular, incluido el del presidente.
Y de ahí, progresivamente, se pasó a otras reclamaciones que, por momentos se tornaron violentas y se tradujeron en expresiones de rechazo a Correa, al grito de «fuera, Correa, fuera», además de insultos hacia el gobernante ecuatoriano.
Algunas organizaciones de sindicatos y grupos sociales, que dicen no creer en la sinceridad del diálogo propuesto por el Ejecutivo, planifican una gran manifestación para agosto próximo.
La declaración aprobada hoy aboga por el diálogo «como una medida democrática que permite resolver las diferencias y avanzar en la construcción de un Ecuador justo, equitativo y solidario» e invita a la sociedad civil y política a sumarse al mismo.