domingo, 2 de agosto de 2015
Marcha indígena avanza a Quito para pedir «rectificaciones» al Gobierno

Quito, 2 ago (EFE).- Decenas de indígenas iniciaron hoy una marcha en la Amazonía ecuatoriana con destino a Quito, adonde pretenden llegar el próximo 13 de agosto para pedir «rectificaciones» a ciertas políticas de la Administración del presidente Rafael Correa.
Los indígenas partieron de la zona de El Pangui, en la provincia de Zamora Chinchipe, tras una ceremonia ancestral y de purificación en la que pidieron permiso y protección a la Pachamama para avanzar en la caminata.
En el ritual, el líder indígena Salvador Quishpe aseguró que inician «la resistencia», y por ello pidieron «permiso» a la Madre Tierra para que les «dé las fuerzas y poder avanzar en la caminata y para poder vencer todos los obstáculos»,
«Queremos la paz, la tranquilidad, el respeto, la cordialidad. En esta caminata vamos buscando eso: el respeto. Sobre todo, el respeto a la dignidad de nuestra historia, de nuestros mayores, de nuestros hijos, a la dignidad de nuestros pueblos», dijo Quisphe, prefecto de la provincia de Zamora Chinchipe.
Antes de partir, los líderes indígenas reunidos en El Pangui recibieron el denominado «mandato de los pueblos de la Cordillera del Cóndor», en el que piden, entre otros, el archivo de las enmiendas constitucionales que trata la Asamblea Nacional, entre las que figura el de la «reelección indefinida».
La mencionada enmienda podría permitir a Correa presentarse para una nueva reelección en los comicios de 2017.
Los indígenas de la marcha también exigen rectificaciones, entre otros, en asuntos relacionados con la educación.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jorge Herrera, denunció hoy que se impidió el paso de autobuses con personas que iban a participar en las marchas, pero aseguró que continuaron su travesía en otros medios de transporte y, unos más, caminando.
Herrera comentó a Efe que no caerán en eventuales «provocaciones» que pudiesen provenir de esferas del Gobierno y reiteró que la marcha es «pacífica» y no busca desestabilizar a la Administración de Rafael Correa, en el poder desde 2007.
«Ratificamos que esta marcha es pacífica. Vamos a pedir al Gobierno nacional simplemente correcciones, rectificaciones en sus políticas», subrayó Herrera que junto a sus compañeros pernoctará en Zamora para reiniciar la caminata mañana.
Los manifestantes llevan una gran vaca hecha de cartón a manera de hucha, en la que reciben colaboración voluntaria para solventar gastos del viaje, como la provisión de agua, entre otros.
Según el presidente de la Conaie, prevén que el recorrido iniciado hoy culmine, en Quito, el próximo 13 de agosto, fecha en que gremios de trabajadores han convocado a una paralización en contra de varias políticas del Gobierno.
Señaló que el próximo 10 de agosto se producirá «la declaratoria a nivel de todo el país del gran levantamiento de los pueblos del Ecuador», que se traducirá en manifestaciones en diferentes partes de la nación, si bien dentro del sector indígena existen grupos que apoyan al Gobierno y han anunciado que no secundaran las movilizaciones.
El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, presentó el sábado en el informe semanal de labores del Ejecutivo testimonios de indígenas que apoyan al Gobierno y en su cuenta de Twitter aseguró: «Las bases de la CONAIE rechazaron el paro, somos más los que queremos un Ecuador de crecimiento y no de politiquería».
Glas dijo que la población tiene derecho a manifestarse pero recordó que la ley prohíbe paralizar servicios públicos e insistió en que el país requiere un diálogo profundo en torno al tipo de sociedad en que quieren vivir los ecuatorianos.
El Ejecutivo convocó a ese diálogo en junio pasado cuando estallaron manifestaciones en contra del envío a estudio en el Parlamento de dos proyectos de ley para elevar impuestos a las herencias y la plusvalía.
El retiro temporal de esos proyectos de ley no frenó las protestas, que han disminuido en fuerza y cantidad pero han ampliado su ámbito a diversos aspectos de la Administración de Correa que, de su lado, insiste en la necesidad de profundizar el diálogo para superar la inequidad.