sábado, 5 de diciembre de 2015
Sitio Arqueológico de Cerén despidió a la princesa nipona Mako en El Salvador

Sabela Bello
San Juan Opico (El Salvador), 5 dic (ACAN-EFE).- El sitio arqueológico La Joya de Cerén, en la localidad salvadoreña de San Juan Opico (noroeste), despidió hoy a la princesa Mako de Japón con toda la solemnidad y sencillez que marcaron su estancia en el país centroamericano desde el pasado jueves.
La princesa, acompañada de su séquito, y guardando distancias con la prensa, como manda el protocolo nipón, observó el lugar precolombino que escenifica la vida diaria de los asentamientos indígenas antes de la conquista española, descubierto accidentalmente en 1976.
Ataviada con sombrero, camisa alba y pantalón negro, fiel a la sencillez que marcó su visita a El Salvador, escuchó las explicaciones que el secretario de Cultura de la Presidencia, Ramón Rivas, ofreció mientras asentía atenta a cada detalle.
La nieta mayor del emperador Akihito hizo un recorrido privado por el museo arqueológico que se encuentra dentro del espacio de La Joya de Cerén, mientras su delegación cuidaba con celo que los periodistas allí reunidos no se movieran del lugar asignado para que no invadieran la intimidad del momento.
Acompañada por el director de Arqueología de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural de El Salvador, Shione Shibata, la princesa Mako se mostró «emocionada» y «sorprendida» por las «joyas arqueológicas que alberga el museo del sitio, según informó la comitiva que la siguió en el interior del lugar.
La nipona, experta en museología, apreció la cotidianeidad de un pueblo maya agricultor, obligado a abandonar su hogar a causa de una fuerte erupción volcánica en el año 250 y nuevamente habitado en el año 400, rindiendo tributo a los gobernadores que habitaron el Sitio San Andrés, a tan solo 3 kilómetros de distancia.
Interesada por la historia del lugar, escuchó atenta las explicaciones del secretario Rivas, quien le indicó que los habitantes del sitio huyeron del fenómeno natural dejando prácticamente intactas sus pertenencias y hasta la comida que preparaban en ese momento.
La Joya de Cerén es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Mesoamérica porque demuestra cómo era la vida para la gente de lo que los lugareños cercanos llaman «La Pompeya de América», por su similitud al sitio arqueológico de esa ciudad localizada en Italia.
Tras tres breves minutos que la princesa posó para la prensa, retomó el recorrido privado, y ya lejos de los flashes, continuó por por tres áreas de excavación donde se alojan diez estructuras separadas, antiguamente organizadas como dormitorios, cocina, bodegas y terrenos de cultivos limitados con cercos de madera.
Asimismo, apreció la estructura donde supuestamente se realizaban actos religiosos, ritos y consultas al shamán o líder de la comunidad.
La princesa, que visitó por primera vez El Salvador, conoció el lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1993, y zona protegida según la Convención de la Haya de 1954.
Esta es la primera visita oficial al extranjero en solitario de la princesa de 23 años, que regresó a Japón a finales de octubre tras pasar un año cursando estudios museísticos en la Universidad de Leicester (centro de Inglaterra).
Se trata además de la primera visita de un miembro de la familia imperial nipona a un país centroamericano desde octubre de 2014 cuando sus padres, el príncipe Akishino (hijo menor del emperador Akihito y segundo en la línea de sucesión al trono del Crisantemo) y su esposa Kiko visitaron Guatemala.
El viaje de la princesa se desarrolla en el marco del 80 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. ACAN-