jueves, 11 de junio de 2020
«¿A qué santo se le reza?», por Luli DELGADO

Por Luli DELGADO, para SudAméricaHoy

La desigualdad en América Latina no es noticia para nadie y mucho se ha hablado de la tendencia inexorable de aumentar la polarización económica de sus habitantes.

Así ha sido por mucho tiempo, sobreviviendo a un frágil equilibrio en el que garantizarse que el alimento de cada día vendría a ser el reto de muchos de sus habitantes.

Así las cosas, se instala el Coronavírus, frente al cual no se cuenta ni con infraestructura sanitaria ni con reservas económicas.

A grandes rasgos, estamos hablando de 650 millones de personas, de los cuales unos 210 millones son brasileños y más de 125 millones mexicanos, vale decir, casi la mitad. Ambos países cuentan con líderes muy controversiales, que no parecería que a la fecha han entendido ni la gravedad de las circunstancias, ni la enorme responsabilidad de su cargo.

El resto de queda distribuído en casi 40 países, cuyos gobernantes, en su gran mayoría, o enfrentan en paralelo crisis políticas de larga data, o inmigraciones masivas, o titubean frente a lo de inédito de las circunstancias.

Dando bandazos y sin apoyo institucional, el sube y baja del ciudadano de a pie pasa a ser entonces la opción entre quedarse en casa para ponerse a buen resguardo del virus, lo cual significa no tener con qué comer, o seguir adelante como si nada y enfrentar una ola de contagio que aumenta exponencialmente.

A esto se agrega la legendaria inestabilidad de la región, el desborde del hampa y a menudo economías apuntaladas por la informalidad.

América Latina enfrenta la inminencia de dos maneras de morirse: o de la peste o de hambre.

Predominantemente católica, y proclive en su fe a la salvación divina de último minuto, este lado del mundo protagoniza una agonía sin precedentes. ¿Cómo se va a resolver?. ¿A qué santo se le reza?