Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy

El cine latinoamericano está muy bien representado en el
75o. Festival de Venecia y, si para muestra basta un botón, en los dos primeros días de proyecciones films de Argentina, México y Guatemala fueron  muy bien recibidos por público y crítica internacionales.
Empezando con el tan esperado “ROMA” del mexicano Alfonso Cuarón,
viejo conocido de la Mostra ya desde los tiempos de “Y tu mamá también”
del 2001 y que aquí en 2013 la inaugurara con “Gravity” que de aquí
partió a la conquista de los Oscars.

Y siguiendo con “Mi obra maestra” del argentino Gastón Duprat (quien
dos años atrás con “El ciudadano ilustre” le diera la Copa Volpi al
mejor actor a Oscar Martínez) exhibido en sesión especial fuera de concurso
y terminando con una ópera prima “José” del chino transplantado en
Guatemala Li Cheng y que por primera vez ha traído a la Mostra a su país de
adopción, que ha sido presentado en la sección independiente “Jornada de
los Autores” que da cabida al cine más original que se produce en los cinco
continentes.
En estos diez días de festival se podrán ver de Argentina, además de
“Mi obra maestra”, “Acusada” de Gonzalo Tobal, en concurso, “La
quietud” de Pablo Trapero fuera de él, “Introduzione all’oscuro” de
Gastón Solnicki en la sección Non Fiction, los cortos “Los bastardos” de
Tomás Posse y “Metro veinte: cita a ciegas” de María Belén Poncio (esta
última en realidad virtual de la Bienal College) y en coproducción con
Serbia y Uruguay “El Pepe, una vida suprema” de Emir Kusturica sobre la
vida del ex presidente uruguayo José Mujica.

De Brasil llegan “Deslembro” de Flavia Castro y el documental de André
Di Mauro “Humberto Mauro” dedicado al pionero del cine brasileño y
latinoamericano, de México, además de “ROMA”, “Nuestro tiempo” de
Carlos Reygadas y la versión restaurada del clásico de Arturo Ripstein, Jr.,
“El lugar sin límites” de 1977 y de Uruguay : “La noche de 12 años”
de Alvaro Brechner, en la sección “Horizontes” en coproducción con
Argentina, España y Francia.
“ROMA” es el recuerdo afectuoso de esas criadas, tan invisibles como
indispensables, que lo acudieron de niño y que, a pesar de la diferencia de
clases, eran parte integrante de la familia.
Filmada en blanco y negro y 65 mm digital, “ROMA”, del nombre del
barrio natal del DF del cineasta, se vale de una extraordinaria
interpretación de Yalitza Aparicio, una educadora indígena que nunca antes
había aparecido delante de una cámara y es un afectuoso retrato familiar
donde eventos como el terremoto de 1970 o la matanza del Corpus Christi de
1971, son solo el telón de fondo de una narración centrada en lo cotidiano.
“Mi obra maestra”, en cambio, es una irónica mirada al mundo del arte
contemporáneo y a la fama mudable de los artistas que hoy son un genio y
mañana un sobreviviente pasado de moda.
Dos de los más grandes actores del cine argentino, Luis Brandoni y
Guillermo Francella, dan vida a un personaje de anciano artista cascarrabias
que persiste en su estilo a pesar de no haber vendido un cuadro en treinta
años, y a su marchand que en homenaje a una amistad de medio siglo le perdona
sus caprichos y trata de ayudarlo, aún meditando su muerte para que por fin
sea reconocido su talento.
“José” llega de Guatemala pero parece haber aterrizado de Marte porque
cuenta la historia sin tapujos de una relación homosexual entre dos jóvenes
de humilde condición que deben ocultar un amor perseguido con odio por el
resto de la sociedad.
Su director nació en China, se crió en Estados Unidos y debutó en cine
dirigiendo este “José” que es un fino retrato de una sociedad caótica,
víctima de la religión y del machismo.