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Discurso de Gabriel Boric
Venecia. Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy
En este 78o. Festival de Venecia que está llegando a su fin, México ha sido el país latinoamericano líder por cantidad y calidad películas presentadas. Cuatro en total, con dos en el prestigioso concurso oficial y otras dos en la paralela “Horizontes” y de ambas debería
llevarse un premio.
El último título a presentarse en Venecia es “El otro Tom” del
uruguayo Rodrigo Plá, desde hace tiempo residente en México donde ha hecho su vida, lugar de trabajo y residencia, ayudado por primera vez en la
dirección por su esposa y habitual guionista Laura Santullo.
La pareja tuvo el espaldarazo a la fama aquí mismo en Venecia, donde su
opera prima, “La zona”, recibió el premio “Luigi de Laurentiis” al
mejor debutante en 2007.
Desde entonces Plá ha pasado por los festivales de Cannes y Berlín antes
de regresar al Lido en 2015 con su cuarto film “Un monstruo de mil
cabezas”.
La película es la historia de una madre soltera que vive de la
subvención pública con su hijo “problemático”, el Tom del título.
Debido a la hiperactividad del niño los médicos recomiendan un tratamiento que no da los resultados esperados, no obstante lo cual amenazan sustraerle la custodia si se niega a seguir suministrándole las medicinas prescriptas.
“El film toca un tema de gran actualidad, el uso excesivo de
medicinales, no solo entre los adultos sino también para peor en niños y adolescentes, pero nos interesaba también tratarlo desde un punto de vista emotivo, el del cariño entrañable que se crea entre madre hijo” declara Plá.
“Una de estas ‘enfermedades’ más difundidas es el déficit de
atención combinado con la hiperactividad para la cual no hay una medicina segura y para la cual se receta generalmente un remedio que calma al niño pero no lo cura” agrega Plá.
“Elegimos filmar en El Paso, Tejas, porque nos interesaba tener
personajes de origen mexicano que vivieran en un lugar que no les pertenecía, algo parecido a los que sentimos nosotros que somos uruguayos pero que vivimos desde hace muchos años en México” aclara Santullo.
“Creo que vivimos en una sociedad donde cuenta el éxito y triunfar en la vida y por eso rechaza toda personalidad que no adopte esta conducta” agrega la escritora y guionista y ahora novel directora.
“En cambio tenemos que atesorar estas diferencias porque no somos todos
iguales y no tenemos los mismos propósitos en la vida” afirma Santullo.
“Lo más difícil del rodaje fue elegir el lugar donde filmar – declara
por su parte Plá – en un principio pensamos en filmar en Ciudad Juárez, que
está pegada a El Paso, pero nos decidimos por la ciudad tejana porque allí
los servicios sociales y la presencia del estado son más fuertes que en
México”.
“Ninguno de los actores son profesionales, incluyendo a Julia Chávez,
la madre, que en la vida real es una masajista, e Israel Rodríguez Bertorelli que es Tom y que nos hizo cambiar el idioma del film porque aunque es hijo de mexicanos no habla castellano”.