miércoles, 22 de abril de 2020
«La crisis del federalismo», por Federico PONCE ROJAS

Federico PONCE ROJAS, para SudAméricaHoy

Sócrates: «En cuanto al protector del pueblo, no creas que se duerme en medio de su poderío; sube descaradamente al carro del Estado, destruye a derecha e izquierda a todos aquellos de quienes desconfía, y se declara abiertamente tirano». Adimanto: «¿Quién puede impedírselo?«

El federalismo en el Mexico independiente transitó, a través de la inquietud y la zozobra, con un pie avanzando hacia un porvenir incierto y el otro enclavado aún en la tradición colonial. La idea de nación democrática, republicana y federalista, era trastocada por el caudillaje de Iturbide, Bustamante y Lopez de Santa-Ana. No es hasta la Constitución de 1857 cuando surge como ideología política que propugna la formación de estados que se asocian, cediendo en parte soberanía, libertades y poderes a otro organismo aglutinador de nivel superior, conservando el resto de sus libertades y soberanías; reservándose competencias para el ejercicio del gobierno.

El despertar democrático de nuestra nación sufrió igualmente el ataque de la tentativa monárquica provocada por el imperialismo francés. La contención de las Leyes de Reforma no impidió que las luchas de naturaleza diversa conmovieran al país. El poder central, en las manos de Porfirio Díaz desdibujaba la idea del federalismo, el cual se conformó en la Constitución de 1917, confirmando la voluntad del pueblo para organizarse políticamente y adoptar el modelo de República Federal.

El federalismo propone una cultura política, principios y valores propios, así como un eficaz diseño institucional que responde a diversas ideologías; canjearlo por un feroz centralismo rompe este pacto y, más aún cuando el compromiso es fundamental ante la inédita crisis de Salud, económica y de seguridad que hoy vivimos. La “transformación” anunciada, por un presidente que llegó al poder de manera democrática, ha provocado desde el inicio de su administración con un gatopardismo (“cambiar todo para que las cosas sigan iguales» o lo que es más grave que empeoren) la destrucción del federalismo y sus bases.

Un gobierno que en su empeño de cambio se manifiesta con una serie de reformas constitucionales erráticas. El resentimiento, presente en muchos actos de gobierno, pervierte el intento de cambio; perversos y vengativos con las más variadas formas de ejecutar sus deseos de retribuirse las posibles o supuestas ofensas y maltratos sufridos en otras épocas.La unión que debe prevalecer en todos y cada uno de los integrantes del estado, sufre de antagonismos, divisiones y en estos tiempos de crisis de desigualdad y discriminación.

El gobierno se cubre con un amplio abanico de mecanismos de defensa, para protegerse de las disidencias y oposiciones que, naturalmente, nacen de sus malas decisiones y, derivados del temor a perder ese poder como la creación de leyes innecesarias y absurdas, que tienen como propósito protegerse del justo reclamo y las protestas que genera esta forma de gobernar, hasta los embates contra ausentes y disidentes, descalificaciones, falsedades, ocultamiento y, la ausencia de transparencia que han hecho más profunda la crisis.

En medio de la pandemia que golpea al mundo, las autoridades federales han caído en el enfrentamiento con varios mandatarios estatales, en la ignorancia y discriminación de otros. Provocaron la demanda de algunos Gobiernos estatales para realizar un cambio en el Pacto Fiscal, ante lo que se consideró un trato inequitativo hacia las entidades en la repartición de recursos, lo que dividió a diversos mandatarios estatales . (Incluso el gobernador poblano que con su peculiar actuar, afirmó en relación a los insumos de Salud, “A Puebla no nos ha llegado nada, no sé si no nos tocó o no nos quisieron dar o algo pasó, pero no ha llegado nada a Puebla,” Es leyenda urbana).La más reciente ocurrencia del presidente es “adelantar la revocación de mandato” lo cual implicaría… otra reforma constitucional y así mantenerse en campaña, ahora en favor de su partido.

Gobernadores han alzado la voz y ante el abandono de la Federación, dan la respuesta que el pacto federal les niega. “Los superdelegados” federales hacen mutis y la pandemia avanza.