EL VIDEO
Discurso de Gabriel Boric
Por Luli DELGADO, para SudAméricaHoy
La de veces que nos preguntaron en la infancia: ¨¿Qué se dice?¨, cuando alguien nos hacía un regalo o un favor.
Y como todo lo que evoluciona desde la niñez, después hubo quien lo incorporara a su cotidiano y a quien se le olvidara por completo. Pero, casi seguro, no se quedó nadie del lado de afuera.
Viéndolo en detalle, siempre consideré que dar las gracias era básicamente un acto de cortesía, de la llamada educación elemental, propia de la buena convivencia y sobre todo, algo que partía de nosotros hacia los demás.
Y resulta que ahora me vengo a enterar que no, que agradecer es de dos manos, y que inclusive es un ingrediente importante para nuestra salud mental.
Parece que ser agradecido, por tratarse de un estado afectivo positivo, lleva envuelto bondad, generosidad, admiración, todo lo cual se revierte en favor de quien da las gracias. Y que, de paso, esa sensación positiva de vida, nos sirve de antídoto contra la negatividad propia de la depresión.
Cuando se trata de períodos de dificultad financiera, de salud, o personal, parece que la gratitud promueve niveles más elevados de empatía en nuestros eventuales socorristas. Y, volviendo a nosotros, esos estados psicológicos positivos nos ayudan a sobrellevar mejor el vendaval.
Total, dar las gracias según vine a saber, es un beneficio tamaño único, una especia de dos por el precio de uno.
Yo incluiría en el ejercicio de la gratitud, el hábito de contar nuestras bendiciones, porque al hacerlo siempre terminan por ser muchas más de las que nos imaginábamos en el momento de empezar la lista. Hagan la prueba…
Pueda que suene a artículo de auto ayuda de la sala del dentista, pero en los tiempos que corren, !cualquier ayuda se agradece!