sábado, 25 de abril de 2020
«Se disipa la niebla», por Alfredo BEHRENS

Por Alfredo BEHRENS, para SudAméricaHoy

Eventualmente, hasta el Covid-19 pasará. Cabe preguntarse qué mundo quedará en su rastro. En un plazo corto, digamos de uno ó dos años, este planeta tenderá a parecerse bastante con el que nos llevó al actual escenario. Durante ese tiempo aún no se habrán organizado alternativas pero creo que poco después, alrededor del 2025, habrá decantado un nuevo pensar resultante de las orientaciones que los líderes actuales habrán legado.

Por eso, creo conveniente reflexionar sobre las orientaciones de los líderes actuales en su postura en relación al Covid-19 y el mundo que nos llevó a él. Para organizar el pensamiento sugiero considerar dos polarizaciones: una entre las opciones orientadas al mercado o a la centralización de las decisiones. La otra, la que nos ofrece un futuro solidario y abierto o uno más nativista y aislacionista.

Si organizásemos estas polaridades en un plano tendríamos algo como esto:

Dentro de este plano vale situar a los diferentes protagonistas políticos de la actualidad. A mi juicio, los colocaría tanto más alejados del centro cuanto más fuertes percibo sus orientaciones en relación al centro, como si estuvieran impulsados por fuerzas centrífugas.

Ilustrando mi percepción, veo a Ángela Merkel con una orientación fuertemente solidaria aunque también orientada al mercado. Por eso, la veo más arriba y a la derecha que a Jacinda Ardern, quien, aunque muy empática, inclusive en el reciente caso de un atentado perpetrado por un musulmán, representa un país que ha limitado la compra de inmuebles por parte de extranjeros. Sánchez tiene una postura solidaria pero menos orientada al mercado que la de sus compañeros de cuadrante Merkel y Ardern.

Por otro lado, tenemos a los dos populistas anglófonos, Trump y Boris Johnson, ambos muy pro-mercado y aislacionistas. Boris identificado con su Brexit y Trump contra, inclusive, sus antiguos aliados, y muy a favor de su muro para excluir a los iberoamericanos.

Siguiendo el orden, a favor de las manecillas del reloj, tenemos a los populistas iberoamericanos: Bolsonaro y López Obrador. Ambos representan tendencias nativistas y aislacionistas. Con el apoyo del estamento militar brasileño. Bolsonaro pende cada vez más hacia orientaciones desarrollistas alejadas de las soluciones de mercado.

Entre los solidarios y centralizadores tenemos a Macron que ha sugerido fondos estatales para apoyar empresas orientadas a la recuperación del protagonismo francés, y a los solidarios, pero a los golpes, inclusive, con el mercado como asignador de recursos: Putin y Xi Jinping.

Naturalmente, puede discutirse la posición de los líderes  dentro de cada cuadrante, uno más arriba otro más alejado… pero, esencialmente, creo haber acertado en la distribución de estos líderes políticos en sus respectivos cuadrantes, en función de las dos grandes polarizaciones que mencioné.

También, naturalmente, algunos de estos líderes no tienen un gran periodo de vigencia y podrán dejar el poder en breve. Pero, representan orientaciones de fondo en sus respectivas sociedades. Ni el Brexit, Trump o AMLO surgieron de la nada.

Sin embargo, también creo que en buena medida estos líderes también representan el pasado que nos trajo hasta aquí y veo un cambio muy promisorio en el arrastre que ha conseguido una líder como la neozelandesa, a pesar de tener un plataforma tan pequeña y alejada. Creo que hasta el 2025 podremos asistir a cambios mayores en la dirección de sociedades más solidarias, menos desiguales y en mayor armonía con el medio ambiente. Esto podrá tener impactos muy significativos en la organización de la producción y del trabajo.