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Su buche o vejiga natatoria es la perla del Caribe que anhela China. En Oriente están convencidos de que tiene propiedades afrodisíacas y medicinales. Eso explica que se cotice más caro que la cocaína. Los pescadores venden el kilo a 500 dólares en temprada alta pero cobran hasta 2.000 en épocas de escasez. El gran negocio llega más tarde, a la hora de la reventa en el mercado negro. Entonces, suelen pagar unos 16.000 dólares pero puede alcanzar un precio superior a los 60.000. Según el video de El Universal las cifras bailan al ritmo del narcotráfico y otras mafias.

Su tamaño importa: Puede medir hasta dos metros y pesar cien kilos. Así es el totoaba, el pez con el sueñan en Pekín los hombres de negocios, los que amasan fortunas en ese régimen extraño que avanza a caballo entre el comunismo y su versión seleccionada de capitalismo para algunos..
Los pescadores mexicanos echan el anzuelo a esta especie desde hace décadas. En 1942, según los expertos, se podían obtener hasta 2.270 toneladas anuales. En 1975, unos treinta años más tarde, la cifra se redujo a a apenas 59 toneladas y en la actualidad, estos ejemplares han quedado reducidos un 95 por ciento. Dicho esto, según  la Secretaría de Marina (Semar), desde enero de 2013 hasta mayo del 2014 se habían decomisado más de 17 toneladas de totoaba.

El mundo gira y gira, las tecnologías desbordan, la ciencia y las máquinas, en ocasiones, asustan. Los nuevos políticos, en algunas partes del planeta, se parecen a los viejos y los viejos quieren ser como los nuevos para tener el poder. El mundo parece diferente pero se mueve por los mismos principios. Al menos, cuando se trata de sexo y de los placeres de la carne. El consumo de la totoaba es buena prueba de ello. 

Buches o vejigas de diferente tamaño