Asunción, 6 ago (EFE).- La Municipalidad de Asunción recuperó un enorme complejo de terreno apropiado de forma indebida por la familia del dictador Alfredo Stroessner, en el que se erige una ostentosa mansión que sin embargo no ha sido expropiada, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.
Las tierras en las que se encuentra la vistosa mansión están ubicadas en el barrio Santísima Trinidad y totalizan una superficie de 7.810 metros cuadrados, entre calles, pasos de servidumbre y espacios destinados a edificios públicos, indicó a Efe Yudith Rolón, titular de la Comisión de Verdad y Justicia (CVJ).
El miércoles una jueza declaró nulo un documento de permuta en el que la Municipalidad de Asunción cedía estos terrenos a la familia del dictador a cambio de otros dos lotes de tierra, un acuerdo suscrito en 1974, en plena dictadura de Stroessner (1954-1989).
Sin embargo, la mansión quedó fuera de ese fallo y de momento permanecerá como «propiedad privada» de la familia Stroessner, ya que para su recuperación sería necesario un proceso de expropiación, señaló Rolón.
No obstante, explicó que una de las calles que conforman los terrenos restituidos pasa directamente por la mitad de la mansión, por lo que una parte del edificio tendría que ser demolida para hacer efectiva la recuperación.
En cualquier caso, Rolón destacó que es la primera vez que el Estado paraguayo recobra unas tierras usurpadas por parientes del dictador paraguayo o por sus allegados en la ciudad de Asunción, donde la familia Stroessner mantiene varios bienes.
La titular de la CVJ declaró que ello constituye un «hecho histórico que marca un camino» en el proceso de «recuperación de activos mal habidos» durante la época de la dictadura, entre los que se encuentran «estancias, fincas y viviendas» diseminadas por todo Paraguay.
Agregó que la Comisión de Verdad y Justicia propondrá ahora que en las tierras recuperadas, en las que se volverán a habilitar calles, se instale un monumento que recuerde su origen.
La CVJ prevé además continuar con la instalación de una «red de sitios de memoria» en espacios que fueron significativos durante la dictadura, y dotarlos de una especial protección como bienes del patrimonio histórico y cultural del país.
Según Rolón, el único antecedente de recuperación de bienes mal habidos por la dictadura hasta la fecha era el de unas 200 hectáreas de tierras en San Isidro del Jejuí, en el norteño departamento de San Pedro, un asentamiento de las Ligas Agrarias Cristianas que fue víctima de la represión de la dictadura de Stroessner en la década de 1970.