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Discurso de Gabriel Boric
Río de Janeiro, 22 jul (EFE).- Brasil inició hoy una vasta operación de combate al crimen en sus 4.045 kilómetros de fronteras con Bolivia y Paraguay, que prevé la movilización de 4.200 militares, informaron fuentes oficiales.
Se trata de la novena edición de la llamada Operación Ágata, una movilización anual de combate al crimen transfronterizo y que el año pasado, como medida de seguridad previa al Mundial de fútbol Brasil 2014, se extendió a los 16.886 kilómetros de extensión de todas las fronteras terrestres del país.
En la edición de este año, las operaciones de vigilancia y fiscalización se limitarán a los 166 municipios de los estados de Paraná, Mato Grosso do Sul, Mato Grosso y Rondonia que están próximos a las fronteras con Bolivia y Paraguay, según un comunicado del Ministerio de Defensa.
La operación será dirigida desde la sede del Comando Militar del Oeste (CMO) del Ejército en la ciudad de Campo Grande y tendrá como uno de sus focos la ciudad de Foz do Iguaçu, en la triple frontera con Argentina y Paraguay y una de las principales puertas de entrada del contrabando a Brasil.
«Los países vecinos fueron informados de la acción militar y enviaron observadores a la capital de Mato Grosso (Campo Grande)», según la nota del Ejército.
Además de los 4.200 militares del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, bajo el comando del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, la operación movilizará a 4.201 fiscales y funcionarios de 46 diferentes organismos públicos como la Aduana, las policías regionales, la Administración Federal de Impuestos y las diferentes agencias reguladoras del país.
Igualmente movilizará 57 vehículos, entre aeronaves, patrullas y embarcaciones.
Este año será el primero en que la Operación Ágata contará con el apoyo de los radares, las cámaras, los sensores y demás equipos de vigilancia que Brasil instaló en parte de sus fronteras como parte del llamado Sistema Integrado de Vigilancia Fronteriza (Sisfron).
El objetivo de la operación, según el Ministerio de Defensa, «es intensificar la presencia del Estado brasileño en las fronteras y contribuir al combate y la reducción de los delitos transfronterizos como contrabando, narcotráfico, tráfico de personas, armas y municiones, trata de blancas, evasión de divisas, crímenes ambientales, robo de vehículos y minería ilegal, entre otros».
En la octava edición de la Operación Ágata, el año pasado, cuando movilizó 30.000 militares en todas las fronteras del país como parte de las medidas de seguridad del Mundial de fútbol, Brasil se incautó de cerca de 36.000 kilos de drogas.
En sus ocho ediciones hasta el año pasado, la operación se incautó de 68,1 toneladas de drogas, 21,9 toneladas de explosivos y 229 armas, en cerca de 736.000 inspecciones de vehículos, embarcaciones y aeronaves.
La movilización de este año también prevé acciones sociales, como la oferta de servicios médicos y odontológicos para los habitantes de la frontera, y de actividades recreativas y deportivas, así como la recuperación de carreteras y de edificaciones públicas.