domingo, 27 de septiembre de 2015
Campesinos cumplen tres meses ocupando tierras de masacre de 2012 en Paraguay

Asunción, 27 sep (EFE).- Varias decenas de campesinos, en su mayoría familiares de las víctimas de la masacre de Curuguaty, que en 2012 provocó la muerte de 17 personas y la destitución del entonces presidente de Paraguay, Fernando Lugo, cumplieron hoy tres meses ocupando las tierras que fueron escenario de la matanza.
Desde que se establecieron en estos terrenos, conocidos como Marina Kue, en el distrito de Curuguaty del departamento de Canindeyú (este), los campesinos han cultivado la tierra para obtener hortalizas y se dedican a la cría de animales menores como gallinas y cerdos.
También han erigido una capilla «para el consuelo de las penurias colectivas», según un comunicado difundido en las redes sociales por la Articulación por Curuguaty, una plataforma de organizaciones que apoya la reivindicación de los campesinos de Marina Kue sobre sus tierras.
Las tierras donde ocurrió la masacre constan de unas 2.000 hectáreas de terreno en litigio desde hace una década entre el Estado y la familia del fallecido Blas Riquelme, un histórico dirigente del gobernante Partido Colorado durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
El pasado 10 de septiembre, la Cámara de Diputados otorgó a este terreno la condición de «área silvestre protegida bajo dominio público, a perpetuidad, con la categoría de reserva científica de estricta protección», aceptando una supuesta donación por parte de la empresa Campos Morombí, propiedad de la familia Riquelme.
Organizaciones defensoras de los Derechos Humanos en Paraguay rechazaron la medida, y piden que el Estado asuma la titularidad sobre las tierras, destinadas a la reforma agraria según un acuerdo suscrito en 2004 por el estatal Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
La masacre de Curuguaty, en Marina Kue, el 15 de junio de 2012, provocó una semana más tarde la destitución en un juicio parlamentario del entonces presidente Fernando Lugo.
Unos 300 policías acudieron a desalojar a cerca de 70 campesinos que ocupaban las tierras para pedir que formaran parte de la reforma agraria, y se produjo luego un tiroteo de origen desconocido que causó la muerte de once labriegos y seis policías, además de numerosos heridos.
El juicio contra doce de los trece campesinos acusados de participar en la masacre se inició hace dos meses en Asunción, y se postergó por séptima vez el pasado viernes después de que una de las acusadas solicitara un cambio de abogado defensor.
Los acusados enfrentan cargos por invasión de inmueble ajeno, homicidio en grado de tentativa y asociación criminal en relación con la muerte de los seis policías en la masacre, mientras que no hay ningún imputado por el fallecimiento de los once labriegos.