lunes, 13 de julio de 2015
Campesinos protestan por despido de profesores de escuela agraria en Paraguay

Asunción, 13 jul (EFE).- Un grupo de campesinos se concentró hoy ante el Ministerio de Agricultura y Ganadería, en el centro de Asunción, para denunciar el despido de trece profesores de una escuela agrícola en Capiibary (norte), una medida que denunciaron se produjo por motivos ideológicos.
Los manifestantes, cargados con pancartas, banderas y tambores, llegaron desde Capiibary, a unos 200 kilómetros de la capital, para solicitar a las autoridades la readmisión de los maestros, despedidos hace dos meses.
El despedido fue durante una intervención fiscal y policial en la escuela que se realizó «de manera violenta», según dijo a Efe Héctor Maidana, uno de los manifestantes, que trabaja en la institución educativa.
Explicó que la escuela, en la que cerca de 100 alumnos se capacitan en técnicas de producción agrícola, está siendo víctima de una «persecución política» por parte del Gobierno.
«Nosotros formamos a jóvenes en técnicas de producción orgánica, para que ayuden a sus familias a producir alimentos sanos. Esto va en contra de la política neoliberal del Gobierno y del modelo del agronegocio», sostuvo Maidana.
Agregó que los campesinos de Capiibary rechazan el uso de los «agrotóxicos e insecticidas masivos», utilizados en la agricultura a gran escala, especialmente en la producción de soja y maíz con semillas transgénicas en la zona.
«En San Pedro, las empresas brasileñas han invadido gran parte del territorio para la producción de soja. Nosotros rechazamos esta producción y defendemos la agricultura familiar», subrayó Maidana.
Paraguay, cuya economía depende del sector agropecuario, es el cuarto exportador mundial de soja.
El país quintuplicó entre 2009 y 2013 la cantidad de agroquímicos importados para los cultivos, llegando a adquirir 43,8 millones de kilos de estos productos en 2013, según datos de la organización Base Investigaciones Sociales.
Algunos agroquímicos, como el herbicida glifosato, producido por la multinacional agrícola Monsanto, han sido calificados como «probablemente cancerígenos para los humanos» por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Paraguay es además uno de los países con mayor concentración de tierras del mundo, donde cerca de un 2,5 % de la población es dueña de casi el 90 % de la superficie cultivable, según la ONG Oxfam.