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Discurso de Gabriel Boric
Asunción, 15 sep (EFE).- Seis extrabajadores de la hidroeléctrica Itaipú y la esposa de un exempleado, crucificados desde hace dos meses y medio en Asunción en reclamo a sus derechos laborales, acamparon hoy frente al Senado paraguayo, donde debe comparecer el director paraguayo de la represa, compartida con Brasil.
Con sus cruces a cuestas, los manifestantes recorrieron este martes un tramo de unos tres kilómetros desde la embajada brasileña en Asunción, donde estaba instalada su protesta, hasta la plaza ubicada frente al Congreso paraguayo.
En el interior del Congreso, el director paraguayo de la entidad binacional Itaipú, James Spalding, fue citado a comparecer ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado para responder a los reclamos de los extrabajadores.
«Estamos optimistas de que ellos puedan hacer llegar nuestros reclamos, y queremos demostrarles que estamos decididos a seguir en la lucha por nuestros derechos», dijo a Efe Carlos González, portavoz de la Coordinadora de Extrabajadores de Itaipú.
El reclamo fue presentado en relación con unos beneficios laborales por antigüedad, peligrosidad, desplazamiento y otros conceptos, que los trabajadores del lado brasileño de la represa recibieron, pero no así los paraguayos, que llevan décadas reclamándolos.
«Vamos a seguir insistiendo, lo que pretendemos es que Itaipú nos reconozca y lleve nuestro reclamo a nivel institucional para que podamos recibir los beneficios», agregó el dirigente.
Insistió además en que, si se evidencia una falta de voluntad del director paraguayo de la represa hidroeléctrica, los extrabajadores solicitarán una audiencia con el presidente paraguayo, Horacio Cartes.
Los manifestantes son extrabajadores y familiares de exempleados de la segunda mayor hidroeléctrica del mundo, Itaipú, compartida entre Brasil y Paraguay, que permanecen desde el mes de junio acampados frente a la embajada de Brasil en Asunción.
Los exobreros ya habían estado instalados frente a la sede diplomática durante casi tres meses desde finales del año pasado, cuando cinco de ellos permanecieron crucificados más de cincuenta días, una protesta que abandonaron el pasado 29 de enero tras un preacuerdo con el Gobierno.
Sin embargo, ante la falta de respuesta a sus reclamos en este período, los extrabajadores y sus familiares retomaron la acampada a mediados de junio y siete de ellos se volvieron a crucificar en el mismo lugar.
La construcción de Itaipú, la segunda hidroeléctrica de mayor producción del mundo, tras la presa china de las Tres Gargantas, llevó unos 16 años e implicó a unos 30.000 obreros de Paraguay y Brasil.
Itaipú, enclavada en el río Paraná, límite natural entre Paraguay y Brasil, a unos 350 kilómetros al este de Asunción, se convirtió en el destino de decenas de miles de paraguayos que acudieron en la década de 1970 en búsqueda de trabajo, a quienes se les conoce como «los pioneros».
Se trataba de un lugar remoto, casi deshabitado y cubierto de una espesa selva. En la construcción de la represa murieron unas mil personas en accidentes o por problemas de salud vinculados con el trabajo en un período de diez años, según dijo a Efe una fuente de Itaipú.
Además, en las diversas huelgas declaradas por los trabajadores de la represa a fines de la década de 1980 fallecieron dos obreros y varios de ellos resultaron heridos como consecuencia de la represión a la protesta, recordó González.