lunes, 14 de septiembre de 2015
Extrabajadores de Itaipú crucificados en Asunción marcharán hasta el Congreso

Asunción, 14 sep (EFE).- Seis extrabajadores de la hidroeléctrica Itaipú y la esposa de un exempleado, que cumplen hoy dos meses y medio crucificados frente a la embajada brasileña en Asunción, marcharán este martes hasta el Congreso paraguayo cargando con sus cruces para exigir sus reclamos laborales.
Los extrabajadores se desplazarán hasta la sede del poder legislativo, donde el director paraguayo de la entidad binacional Itaipú, James Spalding, tiene previsto comparecer ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado para responder a un reclamo planteado por los exempleados de la represa, dijo a Efe Carlos González, portavoz de la Coordinadora de Extrabajadores de Itaipú.
El reclamo fue presentado en relación con unos beneficios laborales por antigüedad, peligrosidad, desplazamiento y otros conceptos, que los trabajadores del lado brasileño de la represa recibieron, pero no así los paraguayos, que llevan décadas reclamándolos.
«La discriminación con respecto a nuestros pares brasileños nos produjo un grave daño económico. Además, la postura de Itaipú, que parece estar ausente ante nuestros pedidos, es una especie de tortura psicológica que violenta nuestros derechos», expresó González.
Los manifestantes son extrabajadores y familiares de exempleados de la segunda mayor hidroeléctrica del mundo, Itaipú, compartida entre Brasil y Paraguay, que permanecen desde el mes de junio acampados frente a la embajada de Brasil en Asunción.
Los exobreros ya habían estado instalados frente a la sede diplomática durante casi tres meses desde finales del año pasado, cuando cinco de ellos permanecieron crucificados más de cincuenta días, una protesta que abandonaron el pasado 29 de enero tras un preacuerdo con el Gobierno.
Sin embargo, ante la falta de respuesta a sus reclamos en este período, los extrabajadores y sus familiares retomaron la acampada a mediados de junio y siete de ellos se volvieron a crucificar en el mismo lugar.
La construcción de Itaipú, la segunda hidroeléctrica de mayor producción del mundo, tras la presa china de las Tres Gargantas, llevó unos 16 años e implicó a unos 30.000 obreros de Paraguay y Brasil.
Itaipú, enclavada en el río Paraná, límite natural entre Paraguay y Brasil, a unos 350 kilómetros al este de Asunción, se convirtió en el destino de decenas de miles de paraguayos que acudieron en la década de 1970 en búsqueda de trabajo, a quienes se les conoce como «los pioneros».
Se trataba de un lugar remoto, casi deshabitado y cubierto de una espesa selva. En la construcción de la represa murieron unas mil personas en accidentes o por problemas de salud vinculados con el trabajo en un período de diez años, según dijo a Efe una fuente de Itaipú.
Además, en las diversas huelgas declaradas por los trabajadores de la represa a fines de la década de 1980 fallecieron dos obreros y varios de ellos resultaron heridos como consecuencia de la represión a la protesta, recordó González.