Asunción, 7 ago (EFE).- El ministro del Interior, Francisco de Vargas, reconoció hoy que la corrupción persiste en las filas de la Policía Nacional, e instó a los efectivos del cuerpo a denunciar a los agentes y mandos envueltos en irregularidades con objeto de depurar la institución.
«Quiero resaltar la importancia de sanear la Policía Nacional de hechos de corrupción que aún permanecen en muchas dependencias. Tienen garantía de que van a ser escuchados y protegidos a la hora de denunciar los hechos de corrupción», afirmó el ministro en un acto en la Jefatura de Ciudad del Este, la segunda urbe paraguaya.
Añadió que ello es necesario dado que la Policía Nacional, cuyo anterior jefe, Francisco Alvarenga, fue cesado por un presunto delito de corrupción, «está en un periodo que necesita de una depuración fuerte, clara y firme».
«Este es un desafío. Primero, hay que identificar a los elementos de corrupción y luego separarlos», dijo el ministro en declaraciones difundidas en la página del Ministerio.
De Vargas estaba acompañado por el jefe de la Policía Nacional, Críspulo Sotelo, quien sustituyó en mayo a Alvarenga, quien está acusado, junto a sus esposa, de enriquecimiento ilícito.
A finales de julio la Fiscalía solicitó la prisión preventiva para la pareja, pero ambos siguen en libertad.
La investigación de los bienes de Alvarenga comenzó después de ser cesado y tras una investigación a raíz de un presunto caso de corrupción en la compra de combustibles destinados a surtir vehículos de la Policía Nacional mediante un sistema de tarjetas.
Las indagaciones revelaron un inusual volumen patrimonial entre Alvarenga y su esposa, quien trabaja como enfermera en el Ministerio de Salud Pública.
Tras asumir el mando, Sotelo reveló la existencia de una deuda de un 1,4 millones de dólares en una auditoría realizada tras el cese de su antecesor.