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Discurso de Gabriel Boric
Asunción, 26 ago (EFE).- Obreros de la empresa Aceros del Paraguay S.A.(Acepar), una compañía intervenida por el Gobierno tras casi 15 años en manos privadas, denunciaron hoy en el Senado los supuestos abusos laborales cometidos contra ellos por la empresa brasileña Vetorial, que arrendó la compañía al Estado en 2014.
Los trabajadores denunciaron que padecen «persecuciones y despidos selectivos a empleados con muchos años de antigüedad», además de unas «condiciones de insalubridad y peligrosidad graves» en la planta siderúrgica de la empresa, con sede en la ciudad de Villa Hayes, unos 60 kilómetros al noroeste de Asunción.
El secretario de Conflicto del Sindicato de Trabajadores Asociados de Acepar (Sitrasa), Vicente Gaona, expuso que las condiciones de trabajo en la planta son «inhumanas», según un comunicado remitido hoy por el Senado paraguayo.
El sindicalista explicó que, pese a las denuncias, la patronal «no asumió la responsabilidad de realizar los trabajos de mitigaciones para dar seguridad, prevenir accidentes y asegurar la vida y la integridad física de todos los trabajadores».
Resaltó además el despido de más de treinta trabajadores asociados al sindicato, cuyos ceses se consideran «despidos selectivos y dirigidos».
También destacó el caso del obrero Victorino Jacquet, quien perdió completamente su brazo izquierdo en enero de 2015 como consecuencia de un accidente motivado por «la peligrosidad y la falta de personal».
Los obreros recordaron además que ya en 2007 once de los doce sectores de trabajo de la empresa fueron declarados «insalubres» por el entonces Viceministerio de Trabajo.
Los trabajadores de Acepar ya protagonizaron una protesta frente a la sede del Gobierno paraguayo en julio de 2014, para solicitar que se respete el 33 % de las acciones que tenían los trabajadores antes de la intervención de la empresa por el Estado, y la indemnización a los despedidos por la anterior directiva y a los afectados por los accidentes laborales.
Pidieron además que se castigue a «los vaciadores de Acepar», en referencia a la gestión del empresario argentino Sergio Tasselli, que poseía el 66 % de las acciones de la empresa cuando casi la llevó a la quiebra, lo que motivó la intervención del Estado paraguayo.
Los obreros protestaron entonces con manifestaciones y uno de ellos, de 62 años de edad, protagonizó además una huelga de hambre sin suero durante más de 80 días.
En 2014, la empresa siderúrgica brasileña Vetorial arrendó la compañía al Estado paraguayo por 10 años, a cambio del pago de un canon fijo de 400.000 dólares al mes y de una inversión de unos 20 millones de dólares en los siguientes 18 meses, de acuerdo con la Presidencia de Paraguay.
La Procuradoría General de Paraguay indicó entonces que la privatización de Acepar en 1997 estuvo rodeada de irregularidades, y que en 2013 se encontraba «al borde de la quiebra».