viernes, 17 de julio de 2015
Paraguay asume un Mercosur que se despide de Cristina y se abre a Bolivia

Alba Santandreu
Brasilia, 17 jul (EFE).- Paraguay asumió hoy de manos de Brasil la presidencia temporal del Mercosur, que también despidió a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y abrió las puertas para la adhesión de Bolivia como socio pleno.
La cuadragésima octava cumbre del Mercosur, que reunió en Brasilia a los mandatarios de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, los cinco socios plenos del bloque, más los de Bolivia y Guyana, estuvo marcada por los gestos, pero los anuncios brillaron por su ausencia.
La formalidad de la cumbre se rompió con un emotivo discurso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien lloró al anunciar que esa cumbre del Mercosur era probablemente la última de su «compañera y amiga» Cristina Fernández.
Fernández, a quien la Constitución le impidió postular para las elecciones de octubre próximo, recibió de manos de Rousseff la Orden del Cruzeiro do Sul, la más importante condecoración concedida por el Gobierno brasileño.
«Aquí siempre tendrá a una amiga lista para compartir sueños y esperanzas», aseguró Rousseff a la «querida presidenta Cristina».
Si Fernández recibió la principal distinción de Brasil, el presidente paraguayo, Horacio Cartes, recogió de manos de Rousseff el martillo artesanal de madera que simboliza la presidencia del Mercosur.
Paraguay asumió hoy dicha responsabilidad por primera vez desde que fue readmitido tras ser suspendido en 2012 a raíz de la destitución del entonces presidente Fernando Lugo, un acto que fue interpretado por el bloque como una «ruptura» del orden democrático.
Cartes reafirmó su «compromiso con los postulados que han inspirado la creación del bloque» y recalcó que en los próximos seis meses propondrá metas «realizables» que puedan ser concretadas «con la mayor brevedad posible».
Bolivia también fue hoy objeto de atención del Mercosur, que enmendó el protocolo de adhesión de ese país como miembro pleno, que ya había sido firmado en diciembre de 2012, pero en ausencia de Paraguay, que estaba entonces suspendido.
El nuevo documento es idéntico al anterior pero tiene fecha de hoy y la firma de Paraguay, que así lo podrá remitir a su Parlamento para la debida ratificación.
Ese trámite ya se ha cumplido en Argentina, Uruguay y Venezuela, pero aún está pendiente en la propia Bolivia y también en Brasil, pese a que estos dos últimos habían firmado la primera versión.
El documento fue recibido con «alegría» por el jefe del Estado de Bolivia, Evo Morales, pero no sin antes dar un tirón de orejas al Mercosur para «agilizar» el proceso que ya lleva casi tres años y aún no se sabe cuándo concluirá, pues depende de los parlamentos que todavía no lo ratificaron.
En la cumbre de Brasil también los presidentes del Mercosur, en su mayoría, insistieron en la necesidad de que el bloque avance en forma decidida hacia un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE).
Las negociaciones con la UE comenzaron en 1999, pero permanecen estancadas por diferencias en las áreas industrial y agrícola.
El Mercosur reafirmó hoy su compromiso de intercambiar sus primeras ofertas de acceso a mercados con la UE en el último trimestre de este año, como fue acordado en Bruselas el pasado mes de junio.
Cartes llegó a admitir que el acuerdo con la UE es una «prioridad» para el Mercosur, mientras que el uruguayo Tabaré Vázquez consideró de «vital importancia» que el bloque concurra unido a las negociaciones con el grupo comunitario.
Los países del Mercorsur también acordaron que durante el próximo semestre analizarán alternativas para una eventual eliminación de las barreras arancelarias entre los socios y que renovarán por un plazo de diez años el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM).
Más allá de los límites del propio Mercosur, en la cumbre se coló un conflicto centenario y de naturaleza netamente caribeña.
Venezuela y Guayana, país asociado al Mercosur, ventilaron en Brasilia sus disputas territoriales por la zona conocida como Esequibo, las cuales se han intensificado después de que la petrolera Exxon descubriera yacimientos de crudo en esa región.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó a acusar a su homólogo, David Granger, de ser un «gran provocador» y actuar como un «agente» de Exxon.
Granger, por su parte, pidió apoyo al Mercosur en la «defensa de la soberanía» de su país y la «integridad de su territorio».
Para intentar contener ese potencial conflicto, en el marco de la Cumbre se anunció que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocará en agosto a una reunión extraordinaria que se celebrará en Asunción y será organizada por el presidente Cartes.