Asunción, 5 ago (EFE).- Más de 5.000 kilos de marihuana fueron incinerados al comienzo de un gran operativo para la erradicación de plantaciones ilegales en la frontera paraguaya con Brasil, país que absorbe la mayor parte de esa droga que sale de Paraguay, el principal productor de esa hierba de Sudamérica.
La operación, denominada «Nueva Alianza 10», se centrará durante doce días en el departamento de Amambay y está protagonizada por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y efectivos de la Armada, que contarán además con el apoyo logístico de la Policía Federal de Brasil.
En la primera de las incursiones, agentes antinarcóticos con refuerzo de helicópteros detectaron una zona boscosa en la que luego se destruyeron 44 hectáreas de marihuana distribuidas en 20 parcelas, las cuales habrían producido 132 toneladas de esa droga de haber llegado al final de la cosecha, informó hoy la Senad en un comunicado.
El grupo operativo desactivó además 20 campamentos precarios dedicados al acopio de droga, en los cuales se hallaron 5.500 kilos de marihuana picada, 130 kilos de marihuana prensada y 125 kilos de semillas que luego fueron quemadas.
Con esas incautaciones se produjo un daño económico de unos cuatro millones de dólares a los narcotraficantes, según la Senad.