lunes, 10 de agosto de 2015
Sindicato expresa a Cartes preocupación por chóferes crucificados en Paraguay

Asunción, 10 ago (EFE).- La Central Nacional de Trabajadores de Paraguay (CNT), que reúne a varios sindicatos del país, envió hoy al presidente, Horacio Cartes, una carta para expresarle su «honda preocupación» por el estado de las 21 personas crucificadas en protesta por el despido de 51 chóferes de una empresa de autobuses.
En la carta, la central sindical exige la intervención de las autoridades para resolver la «grave situación» que afrontan los trabajadores de la línea 49, conocida como La Limpeña, algunos de los cuales cumplieron hoy 42 días clavados a sus cruces en dos puntos del Gran Asunción.
Los 51 trabajadores de esta compañía de autobuses fueron despedidos dos días después de que notificaran a la empresa que habían creado un sindicato para defender sus derechos laborales, según denuncian.
Protestan para solicitar la readmisión inmediata de los trabajadores despedidos y que el Ministerio reconozca la legitimidad de su sindicato.
Según la central sindical, su protesta «revela la violación en Paraguay del derecho de asociación conocido como libertad sindical» y consagrado en la Constitución Nacional de Paraguay y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, entre otros documentos.
La misiva enviada a Cartes denuncia además que, antes de que fueran despedidos, los chóferes de la compañía de autobuses trabajaban 16 horas diarias, un hecho que «ofende la dignidad humana y los derechos de la familia» y que motivó la creación del sindicato.
Los representantes de la CNT lamentan además que el propietario de la empresa, Celso Maldonado, sea un diputado nacional que «se burla de la ley y viola los derechos».
Critican además la actitud de «complicidad» del ministro de Trabajo, Guillermo Sosa, al «negar la inscripción de los sindicatos y facilitar el comportamiento antidemocrático» del sector empresarial.
La central sindical concluye esperando una gestión del presidente Cartes para la «pronta solución de este triste conflicto» que ponga fin a la crucifixión de los trabajadores, «que ya no encuentran otra forma de reclamar y exigir sus derechos básicos».
Trece trabajadores y la esposa de un empleado de la empresa La Limpeña permanecen clavados a cruces de madera en una carpa frente al Ministerio de Trabajo, en el centro de Asunción, en protesta por los 51 despidos y la falta de admisión de su sindicato.
A ellos se suman otros siete trabajadores que secundan la misma forma extrema de protesta en la parada de la línea 49, entre los municipios metropolitanos de Limpio y Luque, el lugar donde se originó el conflicto laboral.
Además, otros cuatro trabajadores se unieron al reclamo atravesando sus labios con gruesos clavos, lo que les impide hablar o consumir alimentos sólidos.