sábado, 22 de agosto de 2015
Un colono menonita cumple 2 semanas secuestrado por grupo armado en Paraguay

Asunción, 22 ago (EFE).- Abraham Fehr, un colono menonita residente en Paraguay, cumplió hoy dos semanas secuestrado tras ser raptado a unos 350 kilómetros al norte de Asunción por el grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), según el Gobierno.
Fehr, integrante de una de las dos colonias menonitas ubicadas en el departamento de San Pedro, estaba trabajando en una propiedad agrícola cuando un grupo de hombres armados apareció en el lugar, se identificó como miembros del EPP y se lo llevo a un bosque cercano.
Según testigos, los presuntos guerrilleros pidieron el pago de 20.000 dólares para su liberación, y que esa cantidad fuera depositada en un lugar fijado en cuanto pasara media hora del secuestro. La prensa local baraja que la exigencia es cercana a los 500.000 dólares.
El ministro del Interior, Francisco de Vargas, apuntó en recientes declaraciones a «Esteban o Rubén Marín» como presunto responsable del secuestro, un supuesto líder del grupo armado, que está en busca y captura.
Los familiares y la comunidad menonita de San Pedro, evangélicos ortodoxos de origen europeo asentados en Paraguay, Argentina y Bolivia, han pedido apoyo al Gobierno paraguayo y celebrado actos religiosos para orar por Fehr.
Incluso acudieron esta semana a un acto oficial del presidente paraguayo, Horacio Cartes, vestidos con sus trajes negros y sombreros tradicionales para recordar su preocupación.
Aunque el Gobierno ya ha expresado su apoyo a la comunidad, en ese momento Cartes los esquivo y declaró más tarde que «no era el momento ni el lugar para dialogar» sobre el secuestro.
En caso de que el EPP haya retenido a Fehr en busca de un rescate económico, sería el tercero de ese tipo que el grupo armado realiza desde el pasado año, cuando secuestró a Arlan Fick, quien cumplió 17 años durante sus nueve meses de cautiverio y al suboficial de policía Edelio Morínigo, de 25 años, que sigue en cautiverio.
Tras ser libertado, la familia de Fick, empresarios agrícolas de origen brasileño asentados en el norte de Paraguay, reconoció haber pagado medio millón de dólares por la liberación del joven.
El Gobierno paraguayo atribuye al EPP medio centenar de asesinatos y varios secuestros desde su aparición en 2008, y calcula que su área de actuación comprende los departamentos de Concepción, San Pedro y Amambay, al norte del la capital y cerca de la frontera con Brasil.
Los propietarios de estancias ganaderas, el sector empresarial más destacado del país junto a los sojeros, se han convertido en uno de los objetivos del EPP, el cual a finales de enero asesinó a una pareja de alemanes afincada en el departamento de Concepción, vecino al de San Pedro, donde explotaban una finca.
A primeros de este mes el EPP dio muerte a Silvio Barboza, administrador de una hacienda agrícola en el departamento de San Pedro, a quien disparó en la cabeza tras hacerle descender de la motocicleta que conducía por un camino rural.
Para combatir al grupo armado, el Gobierno paraguayo mantiene desplegada en la «zona de influencia» del EPP, desde 2013, cuando asumió Cartes la Presidencia, a la conocida como Fuerza de Tareas Conjuntas (FTC), formada por militares, policías y agentes antidroga.
La FTC ha protagonizado enfrentamientos directos con el EPP y con una supuesta escisión llamada Asociación Campesina Armada (ACA), en su mayoría integrada por miembros más jóvenes que los del grupo principal.
Durante el último año, la FTC ha provocado al menos una decena de muertes de presuntos guerrilleros, algunos menores de edad, y ha sufrido media decena de bajas en misiones, según el Gobierno.