miércoles, 28 de octubre de 2015
Banco de Palestina busca desde Chile atraer recursos de diáspora en A.Latina

Júlia Talarn Rabascall
Santiago de Chile, 28 oct (EFE).- El Banco de Palestina se instalará el próximo año en Chile, desde donde buscará atraer los recursos de miles de palestinos que migraron a América Latina en busca de un futuro más esperanzador.
«Hay muchos palestinos viviendo en Chile, Honduras, Salvador, Perú y en el conjunto de Latinoamérica. Tener una representación permanente nos permitirá desarrollar las oportunidades del continente y vincularlo con Palestina», dijo en una entrevista con Efe el presidente de la entidad, Hashim Shawa.
En 2013 la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo calculó que de los diez millones de palestinos que hay en el mundo, la mitad vivía fuera de los territorios palestinos y casi un tercio se encontraba en campamentos de refugiados.
Chile ocupa un lugar singular en la diáspora, pues se estima que más de 300.000 palestinos viven en esta nación suramericana, lo que lo convierte en la comunidad más numerosa fuera del mundo árabe.
«Muchos de los palestinos que emigraron a Chile han cosechado éxitos en distintos sectores económicos. Nos gustaría poder vincular y transferir estos conocimientos a su tierra de nacimiento», explicó el directivo.
El Banco de Palestina (BoP, por sus siglas en inglés) fue fundado en 1960 con la idea de promover servicios financieros, financiando proyectos y satisfaciendo las necesidades de los distintos segmentos sociales del pueblo palestino.
Con más de 40 sucursales, 1.300 trabajadores y activos por valor de 1.600 millones de dólares, la entidad se ha consolidado como una de las instituciones palestinas más destacadas y estables.
«Queremos desarrollar e impulsar los negocios de la diáspora», explicó Shawa, quien recalcó que su objetivo es utilizar las relaciones existentes en la población de origen palestino para crear vínculos «más dinámicos y saludables con los países de acogida y Palestina».
Además de ayuda humanitaria, Palestina requiere inversiones y respaldo económico que hagan posible el desarrollo de su economía «de forma sustentable» y la creación de «nuevos puestos de trabajo».
«La oficina en Chile permitirá comprometer nuestra gente con temas humanitarios, transferir conocimiento a Palestina y generar nuevas inversiones e iniciativas exitosas», señaló.
La entidad bancaria instaló una oficina hace dos meses en el Centro Internacional de Finanzas de Dubai, desde donde espera fortalecer sus vínculos con sus clientes de Kuwait, Arabia Saudí y Emiratos Árabes.
«Creemos que ambas oficinas nos permitirán capitalizar nuestra herencia en el extranjero y erigir la entidad como un puente entre Medio Oriente y la región americana», afirmó.
Para el directivo -nombrado por la revista Arabian Business como un de los hombres de menos de 40 años más poderosos del mundo árabe-, el hecho de que la mitad de sus compatriotas estén radicados en distintos países es una «oportunidad» que les puede permitir ser parte de un «mercado global» y «promover Palestina» alrededor del mundo.
La prosperidad de la entidad bancaria, que este año incrementó sus beneficios netos en un 20,46 %, está estrechamente vinculada con el «éxito de los clientes palestinos» y el marco regulador.
«A pesar de que no tenemos un Estado y que aún perseguimos nuestra plena independencia, la construcción de instituciones, leyes y regulaciones que nuestro Gobierno está llevando a cabo es fantástica y ha recibido muy buenas críticas, tanto del FMI como del Banco Mundial», aseveró.
Al ser preguntado por la escalada de tensión entre Israel y los palestinos de los últimos meses, Shawa lamentó la situación y señaló que es «realmente difícil mantener el ‘statu quo’ mientras no finalice la ocupación».
«Creo que los ataques perpetrados por jóvenes palestinos contra israelíes son producto de la frustración de quienes llevan años viviendo oprimidos y sin libertad».
Según Shawa, el 75 % de la población palestina tiene menos de 34 años y casi la mitad de ellos no tiene empleo, lo que, sumado a la falta de libertad de movimientos y las dificultades económicas, genera «una gran frustración», sentenció.