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Discurso de Gabriel Boric
Lima, 11 ago (EFE).- Los pobladores de la ciudad de La Oroya, en el centro de Perú, comenzaron hoy una paralización indefinida en reclamo por la situación de sus trabajadores mineros después de que fracasara la subasta de un complejo metalúrgico y una mina de cobre de la empresa Doe Run, de capitales norteamericanos.
La protesta, que comenzó durante la madrugada de hoy, llevó al bloqueo de la Carretera Central, la principal vía que une a esa zona del país con Lima y dejó a decenas de pasajeros imposibilitados de transitar por el lugar.
Según reportes de medios locales, se presentaron enfrentamientos entre manifestantes y policías que intentaron desbloquear la carretera.
Los pobladores de La Oroya, a unos 185 kilómetros de Lima, comenzaron su paralización ante el fracaso de la licitación de los activos de Doe Run Perú, que comprende el complejo metalúrgico en esa localidad y la mina Cobriza, en la vecina región de Huancavelica.
Por ese motivo, exigen a las autoridades que emitan un decreto de urgencia que asegure la protección laboral de los trabajadores mineros y que se declare a su ciudad en situación de emergencia.
En la asamblea del lunes que decidió la paralización participaron el gobernador de la región Junín, Angel Unchupaico, varios alcaldes provinciales y los trabajadores de Doe Run y sus familias.
Uno de los dirigentes de la huelga, Luis Cuadrado, declaró a medios locales que harán una marcha hasta Lima para pedir al Gobierno, que es el principal acreedor de la empresa, que concrete su venta y evite el despido de más de 1.500 trabajadores.
La medida de fuerza generó que en Lima decenas de personas permanezcan a la espera en las terminales de transporte terrestre, ya que la Superintendencia de Transporte Terrestre (Sutran) prohibió la salida de autobuses hacia el centro del país.
La jefa de la Sutran, María Jara, declaró al Canal N de televisión que su organismo está coordinando que los vehículos tomen vías alternas «para evitar problemas de seguridad».
«Estamos coordinando con la Policía Nacional las medidas de seguridad que permitan que se desbloquee la Carretera Central, estamos a la espera que la situación de normalice», acotó.
Doe Run, empresa del magnate norteamericano Ira Rennert, paralizó sus operaciones en 2009 aduciendo no tener suficientes recursos y mientras era acusada por las autoridades peruanas de incumplir con sus compromisos ambientales.
En abril de 2012 la minera fue declarada por sus acreedores en proceso de «liquidación en marcha», ante la imposibilidad de aprobar el plan de reestructuración que presentó para volver a operar en el complejo metalúrgico de La Oroya.
La Corte Superior de Justicia de Lima determinó en agosto del año pasado que la empresa debía pagar al Estado peruano 163 millones de dólares por no haber construido una planta de ácido sulfúrico y el circuito de cobre en el complejo metalúrgico de La Oroya.