EL VIDEO
Discurso de Gabriel Boric
Lima, 8 ago (EFE).- Hasta dos presuntos miembros de Sendero Luminoso pueden haber muerto durante el ataque que perpetró dicho grupo el miércoles a una base de las Fuerzas Armadas de Perú en el que falleció un militar y otro quedó herido, anunció hoy el presidente peruano, Ollanta Humala.
El gobernante explicó a los medios locales que los decesos de los presuntos senderistas no están confirmados porque se trata de información que los militares manejan a partir de suministros de datos de los habitantes de las poblaciones dispersas de la zona selvática donde se produjo el ataque.
El grupo armado atacó el miércoles alrededor de las 13:00 horas (18:00 GMT) la base antiterrorista de Mazángaro, ubicada en la región de Junín, y dentro de la zona conocida como el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas comunicó el miércoles que los militares fueron «hostigados» cuando brindaban seguridad al perímetro de la pista de aterrizaje de la base cuando un helicóptero se disponía a aterrizar.
Al comenzar el ataque, el helicóptero abandonó la zona sin daños, aunque por los disparos falleció el cabo del Ejército Crisólogo Ángel Antisana y quedó herido el suboficial de segunda del Ejército Juan Carlos Deudor.
«Hubo una reacción de la base que habría ocasionado dos muertos entre los atacantes. Hemos procedido a evacuar a este valeroso soldado herido», afirmó Humala.
El mandatario peruano aseguró que la influencia de los remanentes de Sendero Luminoso en el Vraem se redujo en un 50 % durante los últimos años.
Medios locales señalaron que la misma base militar fue hostigada con disparos el martes, aunque en ese momento no se reportaron daños.
La base se encuentra en la zona donde las fuerzas de seguridad rescataron la semana pasada a 54 personas, entre ellas 34 niños, de un campamento de Sendero en el que permanecieron cautivos y en condiciones de esclavitud durante años.
Sendero Luminoso es el causante de la mayoría de los más de 69.000 muertos que dejó el conflicto interno entre el Estado y el grupo armado desde 1980 hasta 2000, según el informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR).
Las últimas bases senderistas permanecen escondidas en la espesura de la selva montañosa del Vraem, una zona extensa y escarpada en continuo «estado de emergencia» por ser también la mayor zona de los cultivos ilegales de hoja de coca del país, con 18.845 hectáreas a fines de 2014, según Naciones Unidas.