Guadalajara (México), 5 dic (EFE).- Cómo sobrevivir en la capital mexicana, una ciudad asediada por mil maneras de morir, amada y odiada al mismo tiempo por el fotógrafo y escritor estadounidense Kurt Hollander, quien plasmó estos sentimientos encontrados en un libro.
«Formas de Morir en México» fue presentado hoy en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara por su autor, que llegó a México en 1989 y se enamoró de la urbe, aunque pronto ese amor comenzó a transformarse en odio.
«Mi amor por México está siempre, no se puede negar, pero el odio va y viene dependiendo de mi estado de salud», apuntó Hollander, quien se enfermó gravemente de su aparato intestinal en un viaje a Perú y convivió durante diez años con la enfermedad, en una ciudad donde reinan las bacterias.
«Todos pensamos que nosotros somos quienes controlamos nuestro cuerpo», pero hay más de «dos billones de bacterias en nuestro intestino grueso» y otros tantos microbios, que son «más que las células de nuestro cuerpo», afirmó el autor.
Así, aunque no tenga la nacionalidad mexicana, sino solo la residencia permanente porque «era más barato» hay «dos cosas que me hacen mexicano, aseguró, sus hijos y «todas las bacterias que tengo, que son locales, forman parte de mi cuerpo y mis defensas».
«Formas de morir en México» está desarrollado en cuatro ejes, el aire, el agua, el alimento y el alcohol, todas relacionadas con las principales enfermedades de los habitantes de la ciudad de México, conocidos popularmente como chilangos, una urbe tan poblada como contaminada.
En el libro habla además de su experiencia con la enfermedad y de la relación de la capital con la muerte, con subtemas como el culto a la Santa Muerte que se realiza en algunos barrios populares o los trámites que los capitalinos tienen que hacer cuando un familiar muere.
Uno de los objetivos del texto, que es una biografía sobre la visión de un extranjero durante 25 años en este país, es alertar sobre cómo está cambiando la ciudad, que está perdiendo su esencia y las cosas que antes la hacían rica, su «cultura popular», que es la «acumulación de estrategias de supervivencia».
«Cuando tienes una cultura así, tú eres rico», aseguró el escritor, quien hoy divide su tiempo con la ciudad de Cali (Colombia), «la segunda más limpia de América Latina» y también «la más negra».
Pese a que el libro es una compilación sobre todas las maneras en las que los habitantes de una de las ciudades más grandes del mundo rozan cada día la muerte, el autor asegura que en el texto «el gozo está presente, a pesar de toda la mierda que nos circunda».