Lima, 27 nov (EFE).- El Gobierno de Perú emplazó hoy a las autoridades de la región de Madre de Dios a una reunión para negociar el levantamiento del paro indefinido que se inició el lunes en ese departamento amazónico contra las medidas de control a la minería y la tala ilegales, informaron hoy fuentes oficiales.
El ministro peruano del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, adelantó a Radio Programas del Perú (RPP) que la delegación gubernamental que participe en el encuentro, convocado para el próximo lunes, estará encabezada por el primer ministro, Pedro Cateriano, y los ministros de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, y de Agricultura y Riego, Juan Manuel Benites.
Pulgar-Vidal aseguró que el gerente general del gobierno regional de Madre de Dios, Eduardo Salhuana, mostró su total disposición a participar en la reunión y confió en que el presidente regional, Luis Otsuka, asista al encuentro.
«Ellos quieren también diálogo y tranquilidad. Conversaremos abiertamente con ellos porque uno debe dialogar incluso en las discrepancias», comentó Pulgar-Vidal.
El ministro del Ambiente reconoció que algunas demandas de la protesta de Madre de Dios son legítimas, como la generación y distribución de energía, «porque en la zona hay una planta muy obsoleta».
Pulgar-Vidal destacó que el objetivo principal es dar tranquilidad a la población para que pueda acceder a los servicios y no quede desabastecida de los recursos.
Las población de Madre de Dios comenzó a notar hoy el desabastecimiento de productos básicos y el aumento de precios de los alimentos tras cinco días de protestas, según reportaron los medios locales.
La protesta fue convocada por la Alianza de Federaciones de Madre de Dios para exigir la derogación de decretos gubernamentales que establecen mecanismos especiales de fiscalización y control de insumos químicos que pueden ser utilizados en la minería ilegal, así como medidas para la lucha contra la tala ilegal.
Otsuka señaló la semana pasada que respalda la huelga porque considera que «ha llegado el momento de luchar juntos» contra las medidas dictadas por el Gobierno central.
Otsuka, quien hasta hace tres años fue dirigente de los mineros informales en su región, rechaza el control del transporte y distribución de combustibles porque, según indica, promueve el tráfico ilegal de esos productos.