Lima, 10 ago (EFE).- El Gobierno de Perú anunció hoy que ha desarticulado la columna del grupo armado Sendero Luminoso en el sur de la región Cuzco, con la captura de sus dos principales mandos operativos en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
Los cabecillas, identificados como Alexander Alarcón Soto, «camarada Renán», y Dionisio Ramos, «camarada Yuri», fueron capturados en los últimos días en el Vraem y llegaron hoy a Lima en un avión militar.
«La columna de Sendero Luminoso que pertenecía al sur de la zona de La Convención, Cuzco, queda completamente desarticulada y el eje energético y turístico a buen recaudo», declaró a periodistas el viceministro de Defensa, Iván Vega.
El funcionario enfatizó que las autoridades no son «triunfalistas» con esta afirmación y admitió que «eso no quita que Sendero quiera mandar otra columna a la zona».
«Pero estamos permanentemente atentos», remarcó.
El viceministro presentó hoy a los dos detenidos, así como los fusiles de guerra, munición, pertrechos, cartuchos de dinamita y radios que les fueron incautados.
«Las operaciones continúan, seguimos trabajando con el único interés que perseguimos, que es pacificar al país», agregó.
Según Vega, «Renán» era el mando político de Sendero en la zona sur de la región Cuzco, mientras que «Yuri» era el mando militar, y ambos habían sucedido a Alejandro Borda Casafranca, «camarada Alipio», y Martín Quispe Palomino, «camarada Gabriel», muertos en agosto de 2013.
Medios locales señalaron que «Renán» fue capturado en el distrito cuzqueño de San Francisco por agentes de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía y que la información que dio permitió la captura de «Yuri».
Al «camarada Renán» las autoridades peruanas le atribuyen el asesinato de tres personas, entre ellas un policía, y la participación en acciones armadas en las que murieron otros cinco policías y seis militares.
También es acusado de sabotear con explosivos una válvula de bombeo del gasoducto de Camisea, el más largo del país, y de extorsionar a empresas que realizaban obras municipales en el distrito de Echarate, además de sembrar minas en esas zonas.
Vega remarcó hoy que las autoridades y las fuerzas de seguridad mantendrán sus operativos en la zona «hasta que el último terrorista rinda cuenta a la Justicia».
«Estos miserables van a terminando dando cuenta a la Justicia, es parte de nuestro compromiso», concluyó.
La coordinadora del Sistema Contra el Terrorismo y Derechos Humanos de la Fiscalía de Perú, Luz del Carmen Ibáñez, declaró, por su parte, que todas las operaciones fueron hechas «de manera conjunta» entre los fiscales y las fuerzas armadas.
«En este caso hemos venido no solamente para garantizar y verificar que estén todas las medidas constitucionales que les acuden a las personas detenidas, porque si bien es cierto que están al margen de la ley, la Constitución les otorga garantías para su vida e integridad», remarcó.
En los últimos días, las fuerzas de seguridad han propinado varios golpes a los grupos remanentes de Sendero Luminoso en el Vraem, lo que ha incluido el rescate de 54 personas, entre ellas 34 niños, de un campamento a 280 kilómetros al este Lima.
Vega señaló la semana pasada que Sendero Luminoso aún mantiene cautivos y en condiciones de esclavitud a entre 170 y 200 personas, de los que entre 70 y 80 son niños.
Sendero Luminoso es el causante de la mayoría de los más de 69.000 muertos que dejó el conflicto interno entre el Estado y la organización armada desde 1980 hasta 2000, según el informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR).
Las últimas bases senderistas permanecen en la espesura de la selva montañosa del Vraem, una zona extensa y escarpada en continuo «estado de emergencia» por tener también la mayor área de los cultivos ilegales de hoja de coca de Perú, con 18.845 hectáreas a finales de 2014, según las Naciones Unidas.