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Discurso de Gabriel Boric
Lima, 30 sep (EFE).- El Gobierno peruano afirmó hoy que el proyecto minero Las Bambas no se detendrá y entrará en operaciones el próximo año, a pesar de las protestas de pobladores en varias provincias de la región sur andina de Apurímac por los cambios en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
La ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, aseguró, en una rueda de prensa con varios ministros, que el proyecto tiene un avance del 98 % y que entrará en operaciones a inicios del 2016.
«Quienes han organizado estos eventos no forman parte del equipo con el que hemos venido trabajando y que representan a los pobladores de la zona, pues son gente violentista con otros fines y con quienes no vamos a dialogar», agregó Ortiz respecto a las movilizaciones que el lunes pasado derivaron en un enfrentamiento que dejó cuatro muertos en el distrito de Chalhuahuacho.
La ministra dijo que han tenido un diálogo constante con las autoridades elegidas en las zonas de influencia del proyecto y afirmó que seguirán manteniendo esta posición.
«En ese contexto, invoco a las autoridades de la zona para seguir dialogando y restablecer el estado de derecho y seguir avanzando con el proyecto», expresó.
Horas antes, el Frente de Defensa de la provincia de Cotabambas dio una tregua en la protesta contra el proyecto minero para buscar que comience un diálogo con el gobierno central y el consorcio chino-australiano MMG.
El presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, presente en la rueda de prensa, condenó el uso de la violencia y dijo que las autoridades no pueden «aceptar que a través de mecanismos ilícitos se secuestre personas, se utilice dinamita y además se empleen armas para supuestamente defender derechos ambientales o locales».
En tanto, el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, pidió que se deje «de estar mal utilizando temas ambientales para justificar objetivo subalternos de carácter político».
Pulgar Vidal agregó que las protestas generan un «sentido de reacción injusta frente a un objetivo común, que es mejorar las condiciones medioambientales para todos».
El presidente del Frente de Defensa de Cotabambas, Adolfo Abarca, declaró a la emisora RPP Noticias que su localidad ha sido siempre pacífica y ha estado de acuerdo con el proyecto minero, pero que desde marzo pasado exigen «la presencia del ministerio y de la empresa para que expliquen la modificatoria del segundo Estudio de Impacto Ambiental».
«No hemos recibido ninguna respuesta», señaló Abarca al explicar los motivos que dieron inicio a la protesta indefinida hace una semana.
Los manifestantes afirman que la empresa MMG ha modificado el EIA del proyecto para instalar las plantas de procesamiento y el sistema de transporte del mineral en Cotabambas, por lo que temen que sus tierras se vean afectadas.
El Ministerio de Energía y Minas (MEM) admitió el martes que la empresa presentó en 2013 un Informe Técnico Sustentatorio (ITS) para la incorporación de la Planta de Molibdeno y de filtrado, y dijo que concluyó que los impactos ambientales que generarían no serán significativos.
La mina tiene reservas minerales de 6,9 millones de toneladas de cobre y 10,5 millones de toneladas de recursos minerales y se espera que produzca más de 2 millones de toneladas de cobre concentrado en sus primeros cinco años.
El yacimiento está situado a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar entre las provincias de Cotabambas y Grau, en la región Apurímac, y se convertirá en una de las minas de cobre más grandes del mundo una vez que alcance su nivel de producción plena.