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Discurso de Gabriel Boric
Editorial Planeta. 310 páginas Precio: 39 soles, 10 euros o 14 dólares
Por Carmen DE CARLOS, para SudAméricaHoy (SAH)
“La reflexión sobre los caminos, los retos, los anhelos, las contradicciones, las glorias y las miserias que enmarcan los ritmos de la cocina peruana en su trayecto hacia el futuro”, es uno de los propósitos del libro de Ignacio Medina, “Mamá, yo no quiero ser Gastón”.
Recién salido del horno de la editorial Planeta, el autor parte con la historia de Lucas, “un niño crecido con una idea fija en la cabeza desde bien chico: llegar a ser cocinero. Es un ave extraña en el paraíso de la gastronomía peruana, también una anomalía en un universo inundado de aspirantes a cocineros –hay quien habla de 80.000estudiantes- que aspiran mayoritariamente a vestirse de blanco para poder parecerse a su ídolo, Gastón Acurio”.
Ignacio Medina, visitó durante “casi ocho años escuelas” de cocineros. En una de ellas conoció a “Lucas, el primer estudiante con el que hablé decidido a ser profesional porque vivía desde niño una historia de amor con la cocina. Nada más. Él no quiere tener restaurantes en todo el mundo, presentar un programa de televisión o levantar la bandera del Perú allá donde vaya. Lucas no quiere ser Gastón; sólo aspira a ser cocinero”.
El libro, una recopilación de artítuclos de opinión del autor publicados durante los últimos seis años, con algunos inéditos, analiza el escenario de “la cocina peruana”, una seña de identidad que “vive un momento crucial en el que necesita, más que nunca, de la reflexión”, asegura.
En el universal mundo de la gastronomía, el autor observa, “cada día está más en cuestión el proclamado dominio peruano de los fogones del continente. Con Brasil y México como potencias incuestionables –hace años que superan de largo nuestra realidad-, Colombia levanta sus cocinas hacia el futuro, buscando un lugar en la élite, al tiempo que Chile empieza a desperezarse para salir poco a poco de un larguísimo letargo”.
Todo lo que ha escrito sobre “Perú y sus cocinas” está recogido en este libro donde recuerda, “la gastronomía es la tercera industria del Perú y una de nuestras grandes señas de identidad. Sea real o no, una certeza o una ilusión colectiva, nos guste o no”. Dicho esto, Ignacio Medina disfruta por haber sido testigo partícipe de, “una revolución que ha prendido en todo el continente la llama de la independencia culinaria, la puesta en valor de las despensas regionales y la recuperación de las cocinas como señas de identidad colectivas. También el de la evolución y el avance de las cocinas locales, concretada a menudo en un enfrentamiento abierto de quienes las practican desde el inmovilismo”.