viernes, 11 de septiembre de 2015
Ministerio de Defensa ordena inamovilidad del Ejército para revisar armamento

Lima, 10 sep (EFE).- El ministerio de Defensa de Perú ordenó hoy la inamovilidad absoluta del Ejército para hacer un inventario de su armamento, tras los incidentes con granadas ocurridos en las últimas horas en Lima.
El ministro de Defensa, Jakke Valakivi, declaró a Canal N que se ha ordenado la inamovilidad de las tropas del Ejército «para hacer un inventario de armas» y que «reporten cuál es el estado del material que ellos manejan».
Valakivi dijo que la medida es «parte de los operativos de visitas inopinadas que el Ejército peruano, así como las otras Fuerzas Armadas, hacen con frecuencia en las diferentes bases» a nivel nacional.
La orden se acordó en forma coordinada entre el Ministerio de Defensa y los altos mandos de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
La medida se adoptó después de que la Policía Nacional detuvo hoy a un hombre por presuntamente almacenar 51 granadas de guerra, tipo piña, en una vivienda de Lima, según confirmó el ministro peruano del Interior, Jose Luis Pérez Guadalupe.
El ministro explicó a medios locales que la mayoría de las granadas se encontraban en tres cajas de metal, intactas y nuevas, y que el hombre detenido sería el presunto distribuidor clandestino de los explosivos.
«Trabajamos muy seriamente para llegar hasta el último eslabón de la cadena de comercialización de estas granadas. Tenemos suficiente información para llegar a los proveedores», dijo Pérez Guadalupe.
La Unidad de Desactivación de Explosivos (Udex) tuvo que detonar de manera controlada cuatro artefactos explosivos que el miércoles aparecieron entre la noche y la madrugada en diferentes puntos de Lima, dos de ellos acompañados de banderas comunistas y pancartas alusivas a la organización terrorista Sendero Luminoso.
El lunes pasado, un agente de Udex murió al intentar desactivar una granada de guerra que había sido colocada en la puerta de un colegio del distrito limeño de Villa El Salvador, en el sur de Lima.
Varios colegios privados de Lima han sido objeto de presuntos extorsionadores en los últimos meses, con el lanzamiento de explosivos y ataques a sus guardianes y trabajadores.