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Discurso de Gabriel Boric
Lima, 23 sep (EFE).- Un paro de 72 horas convocado por los pobladores de la provincia peruana de Islay en rechazo al proyecto minero Tía María, de la Southern Copper, filial del Grupo México, comenzó hoy sin incidentes y con pocos manifestantes.
La convocatoria fue hecha a los pobladores de las localidades de Dean Valdivia, Punta de Borbón y de Mollendo, capital de Islay, en la región Arequipa (sur de Perú), según informaron medios locales.
Agentes de la Policía Nacional mantuvieron el control en Islay, mientras que miembros del Ejército resguardaban las principales instituciones y diferentes sitios estratégicos de la ciudad.
Southern Copper contempla una inversión de unos 1.400 millones de dólares para la construcción de Tía María, cuya producción estimada es de 120.000 toneladas métricas anuales de cátodos de cobre a partir del inicio de sus operaciones.
El vicepresidente de la Junta de Usuarios del Valle de Tambo, Gilver Ocola, declaró a los periodistas que el paro se acordó en una asamblea popular celebrada el sábado en la localidad de Cocachacra.
Sin embargo, el gobernador de Islay, Rolando Roldán, afirmó que ninguna organización ha pedido autorización para hacer movilizaciones y advirtió de que la policía evitará que obstruyan las vías públicas.
El ministro de Educación, Jaime Saavedra, también manifestó su preocupación por la convocatoria y señaló que si se suspenden las labores escolares durante una semana los estudiantes de la zona podrían perder el año escolar.
«Si se acata el paro sería un daño inmenso a los niños. Cualquier problema político o discrepancia que tengan los adultos deben aprender a resolverlo de manera razonable y nunca comprometer la educación», dijo.
La paralización ha sido convocada mientras se celebra en la ciudad de Arequipa, la capital regional, la 32 Convención Minera Perumin, que reúne a los representantes de las principales empresas mineras peruanas e internacionales.
Los pobladores de Islay mantienen su oposición al inicio del proyecto minero cuprífero Tía María, propiedad de la minera Southern Copper, filial del Grupo México, que fue suspendido de manera indefinida en mayo por la empresa para informar a la población y aclarar sus dudas sobre el Estudio de Impacto Ambiental.
Las protestas contra Tía María empezaron en 2011 cuando el Estudio de Impacto Ambiental recibió 138 observaciones y se desataron unas violentas manifestaciones que se saldaron entonces con tres muertos.
En mayo pasado comenzó un paro que se prolongó durante más de 60 días y que, a causa de serios disturbios, dejó cuatro muertos y unos 200 heridos, lo que forzó al Gobierno a decretar el estado de excepción y ordenar el ingreso de las fuerzas armadas para vigilar las zonas estratégicas.
El martes, el presidente de Southern Copper, Óscar González, declaró en la Perumin que lamentaba la posición de los manifestantes y dijo que los invitaba «a dialogar».