martes, 29 de octubre de 2013
Perú, la primera vez de una primera dama

Hugo-Coya-150x150Por HUGO COYA, para SudAmericaHoy (SAH)

No es casualidad que la corrupción sea un tema recurrente en la literatura de América Latina. A lo largo de nuestra historia, los latinoamericanos hemos visto y padecido tantos escándalos de este tipo que nuestra capacidad de indignarnos se ha ido diluyendo, paulatinamente, al tiempo que la canallada se volvía rutina.

Sin embargo, siempre hay políticos que parecen enfrascados en buscar nuevas oportunidades para sorprendernos y crear audaces vericuetos para no ser descubiertos, los cuales fracasan y acaban apenas engrosando febrilmente la historia de la rapiña del dinero público.

Y es que desde la llegada a los españoles a estas tierras, las denuncias por apropiación y uso indebido de fondos públicos, recepción de sobornos, obtención de privilegios indebidos, evasión de impuestos, lavado de activos o simplemente el robo directo de las arcas fiscales han perseguido a los políticos latinoamericanos desde el Río Grande hasta la Patagonia.

Si bien la corrupción no es patrimonio exclusivo de esta región del mundo, aquí alcanza matices que superan, muchas veces, a la ficción y quizás, por ello, pasan a engrosar muchas de las novelas que plasman nuestros grandes literatos.

Los políticos peruanos nunca fueron la excepción e incluso, algunos de ellos, llegaron a construir una de las más amplias, refinadas y alambicadas redes de corrupción que se tenga noticias en el mundo, como la descubierta hace 13 años con la debacle del régimen de Alberto Fujimori.

Ya en 1888, el ensayista y poeta anarquista peruano, Manuel González Prada, había acuñado una frase usada con frecuencia en el país. «Hoy el Perú es organismo enfermo: donde se aplica el dedo brota pus», sostenía González Prada.

Pero siempre hay la posibilidad para que los políticos impresionen con sus nuevas triquiñuelas en este país de más de 30 millones de personas, donde Fujimori se encuentra encarcelado y dos de sus sucesores – Alan García y Alejandro Toledo — enfrentan graves acusaciones de corrupción.

Por primera vez en la historia peruana, una ex primera dama, Eliane Karp, tuvo que acudir al Congreso para declarar ante una comisión que investiga el presunto lavado de activos en las compras inmobiliarias que realizó su propia madre, Eva Fernenbug, con dinero procedente de la empresa costarricense Ecoteva Consulting Group.

Durante seis horas, Karp fue interrogada por los parlamentarios en una sesión, donde ella dejó virtualmente en ridículo a muchos de ellos y se dio el lujo de hablar en español, quechua y francés. “¿En qué idioma quieren que les hable para que entiendan? “, les preguntó la ex primera dama ante unos parlamentarios que, por momentos, parecían no saber exactamente para qué estaban reunidos ni qué investigaban.

Previamente, la esposa del ex presidente Toledo había respondido durante 11 horas las 132 preguntas por el mismo tema que le formuló la titular de la 48 Fiscalía Penal de Lima y la procuradora especializada Julia Príncipe.

Karp,  una antropóloga nacida en Francia hace 60 años, fue Primera Dama de la Nación durante el gobierno de su esposo entre julio de 2001 y julio de 2006, donde tuvo varios enfrentamientos con la prensa y fuertes declaraciones contra la elite limeña y algunos políticos.

No se conoce aún si la presentación de Karp ayudará o no a la vapuleada imagen de Toledo, quien tuvo que pedir “mil disculpas” por sus contradicciones en este caso antes de pasar por el mismo trance que su esposa, pero en otro largo y más penoso interrogatorio.

Inicialmente, Toledo — quien se perfilaba como firme candidato para las elecciones del 2016 antes de este escándalo —  había asegurado que el dinero usado en la compra de los inmuebles procedía de una indemnización que recibió su suegra como víctima del Holocausto ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial y luego modificó su versión, señalando que se trató de un préstamo que le había hecho a ella el multimillonario peruano- israelí, Joseph Maiman.

Sin embargo, algunos testigos afirman que Toledo y Karp fueron quienes realizaron las gestiones para la adquisición de una residencia pagada al contado por un valor de nada menos US$3’750,000 y también de una lujosa oficina inscrita a nombre de la suegra del ex mandatario, de 86 años y sin fortuna conocida.

Para el periodista y analista político Fernando Rospigliosi, quien fue ex ministro del Interior durante el gobierno de Toledo, “está claro que la casa y la oficina eran para la pareja Toledo-Karp”. “Es increíble ese cuento de que esa plata es de Joseph Maiman, esto es una cosa muy grave. Toledo es una buena persona, pero está metido en un lío del cual no puede salir”, remarcó.

La Fiscalía investiga en estos momentos una cuenta en Suiza de la firma panameña Confiado International Corp. Se trata de la cuenta N° H 189782AA del LGT Bank, usada por Maiman para trasladar dinero a la empresa centroamericana.

Coincidentemente, el ex senador español Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular de España — implicado en otro sonado caso de corrupción en su país — está siendo investigado por abrir cuentas en ese banco para blanquear dinero de procedencia ilícita.

Si bien hasta el momento no se ha denunciado que el dinero empleado en las compras de los inmuebles haya sido obtenido de forma ilegal, el hecho que la suegra de Toledo esté siendo investigada por lavado de activos y enriquecimiento ilícito y el ex presidente haya caído en tantas contradicciones sobre este asunto han agitado aún más el ya convulsionado panorama político peruano.

El lavado de activos y el enriquecimiento ilícito han alcanzado, en los últimos años, niveles tan alarmantes que la Fiscalía de la Nación decidió crear recientemente Fiscalías Especializadas para investigarlos.

Hace poco, la opinión pública nacional fue sacudida por otro escándalo de corrupción cuando se denunció que un congresista discapacitado — electo irónicamente con la bandera de defender a las personas minusválidas — se apoderó ilegalmente de unas sillas de ruedas destinadas a personas que no podían acceder económicamente a ellas, al tiempo que contrató a empleados para luego adueñarse de parte de sus salarios e incluso designó como ´asesora´ remunerada por el Parlamento a una empleada encargada de los quehaceres domésticos de su propia casa.

En una encuesta realizada, recientemente, por Transparencia Internacional se preguntó a los peruanos si en los últimos 12 meses le solicitaron o dieron regalos, propinas o sobornos a un funcionario del Estado y un 17% admitió haberlas otorgado, incluso sin que estas hayan sido pedidas.

El mismo sondeo indicó que 3 de cada 5 peruanos piensa que la corrupción es el principal obstáculo de Perú para lograr su desarrollo, impidiendo que se convierta así en una autentica democracia. Los recientes escándalos de corrupción parecen darles la razón.

VIDEO de la comparecencia de Eliane Karp en el Congreso