lunes, 24 de agosto de 2015
Presidente hondureño inaugura Período Extraordinario de Sesiones de CorteIDH

Tegucigalpa, 24 ago (ACAN-EFE).- El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, inauguró hoy en Tegucigalpa el 53 Período Extraordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), durante el cual se celebrarán audiencias públicas por dos casos que involucran a Colombia y Perú.
Hernández dijo que la presencia de la Corte, atendiendo una invitación de su Gobierno, es un «fiel testimonio» de un «Estado comprometido y que busca avanzar con pasos firmes en la progresividad de los derechos humanos en todas las materias».
Agregó que en su mandato, que concluirá el 27 de enero de 2018, se seguirá «trabajando incansablemente para que Honduras garantice la libertad, la vida y la inviolabilidad de la dignidad humana».
La ceremonia se celebró en la Casa Presidencial con la presencia del pleno de la Corte Interamericana, los titulares de los tres poderes del Estado hondureño (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), ministros, representantes de la sociedad civil, organismos internacionales y cuerpo diplomático, entre otros.
El presidente de la CorteIDH, Humberto Sierra, agradeció a Hernández la invitación al organismo y resaltó que con eso «se ratifica el compromiso de Honduras con el Sistema Interamericano y en particular con la Corte Interamericana para la promoción, la garantía y la vigencia de los derechos humanos.
Añadió que «uno de los principales retos del sistema interamericano es la construcción, a nivel internacional, pero también a nivel interno, de las categorías o metodologías jurídicas que nos permitan implementar la figura del control de convencionalidad» (ajuste a la Convención Americana sobre Derechos Humanos).
«Este trabajo requiere de un constante diálogo jurisprudencial y un pleno compromiso con los objetivos y propósitos en que consiste la Convención Interamericana», subrayó.
Señaló que el hecho de que en Honduras se aplique y utilice la jurisprudencia de la Corte, además de las fuentes de derecho nacionales, «nos pone de presente una realidad, que la Corte Interamericana no es un tribunal extranjero» y que «no es ajeno a las realidades hondureñas».
Dijo que la Corte, con su jurisprudencia, con sus decisiones, incluso aquellas que constituyen condenas a los estados, contribuye como un factor catalizador a generar transformaciones sociales que de otra forma se darían con mucha lentitud o simplemente no podrían realizarse como consecuencia del estatus quo social o institucional.
«La jurisprudencia de la Corte es y debe ser entendida como un mecanismo que permite que nuestros estados se integren en la comunidad de valores internacionales de los que se derivan, de los cuales se sustentan los derechos humanos», acotó.
En declaraciones a periodistas, Sierra dijo que hoy día los países se legitiman también por el respeto, por la credibilidad que tienen internacionalmente y porque respetan los derechos humanos.
«Por eso este tipo de actos son tan importantes. ¿Por qué cumplen los países?, porque desean ser respetados en la comunidad internacional», recalcó.
«Eso hace que las sentencias por regla general se cumplan. Hay aspectos de nuestras decisiones que suponen políticas publicas, transformaciones de carácter económico, leyes de la República, y eso hace que sean procesos un poco más lentos que los que suponen simplemente el cumplimiento del pago de una indemnización», acotó.
Hernández destacó en la ceremonia que Honduras mantiene su compromiso con los derechos humanos y los logros de esas garantías durante su gobierno.
«La dignidad del ser humano es inviolable y es lo más sagrado que existe entre los hombres», dijo el presidente, quien además recordó que es la segunda vez que la CorteIDH celebra sesiones en Honduras. La primera fue en 2008.
Señaló además que el país ha trabajado en el fortalecimiento de las instituciones democráticas nacionales como internacionales y ha «firmado todos los convenios regionales o mundiales para proteger a la persona humana, reconociendo que este es el fin supremo de la sociedad, según el artículo 59 de la Constitución».
«Comprendemos y reafirmamos hoy, con absoluta claridad, que la dignidad del ser humano es lo más sagrado que existe entre los hombres. Nuestra Constitución impone a los poderes públicos un claro mandato que reza que la dignidad del ser humano es inviolable», añadió.
También indicó que su Gobierno ha pedido a las Naciones Unidas la apertura de una oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Tegucigalpa, que podría comenzar a funcionar este año. ACAN-