Lima, 3 dic (EFE).- El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el colombiano Ernesto Samper, apuntó hoy a la educación como la clave para impulsar políticas inclusivas que garanticen a 120 millones de suramericanos no volver al umbral de la pobreza, del que lograron salir durante la última década.
Durante la inauguración del primer Seminario Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos, que se celebra en Lima, Samper defendió la educación como la herramienta para acometer los cuatro principales desafíos del continente: competitividad económica, identidad cultural, equidad social y gobernabilidad económica.
«La educación juega un papel fundamental para articular todas las políticas sociales que permitan acortar las brechas del continente más desigual del planeta, en términos de diferencias entre las estructurales laborales, brechas sociales y de género», explicó.
En la inauguración del seminario también participó el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el brasileño Paulo Speller; el ministro peruano de Justicia y Derechos Humanos, Aldo Vásquez; el viceministro peruano de Gestión Pedagógica, Flavio Figallo, y el director de la Fundación SM, Javier Palop.
El seminario ha sido organizado por la OEI, la Fundación SM y el Ministerio de Educación de Perú, con el apoyo de la Unasur y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Perú.
Durante el encuentro se anunciará al ganador del primer Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos, que lleva el nombre del arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 mientras oficiaba una misa en San Salvador.
El premio está convocado por el Instituto Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos (IDEDH) de la OEI y la Fundación SM, y reconoce el trabajo de instituciones educativas y ONGs con una dotación de 20.000 dólares.
Entre los candidatos a la distinción hay proyectos de 18 países iberoamericanos, como el Colegio Fé y Alegría del distrito limeño de Comas, la Escuela Roberto Cantillano Vindas de San José de Costa Rica y la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina.