Douglas Marín
Toronto (Canadá), 24 jul (EFE).- Las instalaciones de los Juegos Panamericanos Toronto 2015 se asientan en los territorios ancestrales de tribus indígenas canadienses por lo que, por primera vez en la historia de la competición deportiva, las culturas aborígenes están representadas oficialmente durante los juegos.
En reconocimiento del papel que tienen los nativos en los Panamericanos Toronto 2015, el comité organizador del evento firmó acuerdos con dos naciones indígenas, los Mississauga y los New Credit First Nation, que los han convertido en los anfitriones aborígenes oficiales.
Por eso, cuando los atletas panamericanos llegaron para competir en Toronto 2015, fueron los mississaugas y los newcredits los que les recibieron en suelo canadiense.
Uno de los aspectos del acuerdo firmado entre Toronto 2015 y los aborígenes es la apertura de un pabellón indígena repleto de expresiones artísticas de pueblos originarios de Canadá, que llena de color y cultura los Juegos Panamericanos Toronto 2015, en una iniciativa inédita para este tipo de justas.
En el pabellón, ubicado en el sitio histórico de Fort York, se pueden observar diversas expresiones artísticas de los pueblos originarios de Mississauga, las Seis Naciones del Gran Río, Wendat y Métis, que ven esta iniciativa como una forma de unión para mostrar sus raíces.
La directora artística del festival, Rhéanne Chartrand, originaria de la nación Métis, dijo a EFE que en el sitio lo aborígenes demostrarán sus habilidades en la danza, la pintura, las artesanías, el teatro, la música, entre otras.
«Esta es la primera vez en la historia de los Juegos Panamericanos que hay representación de las culturas indígenas durante los Juegos. Es muy importante para la comunidades de aquí y las culturas indígenas de las Américas», explicó la directora artística.
En el sitio se pueden observar casas y ropa tradicionales de los pueblos aborígenes, presenciar demostraciones de sus costumbres y recibir charlas acerca de su historia y diario vivir.
En las artesanías y pinturas indígenas se destacan alusiones a la naturaleza, como la belleza de los ríos, de un atardecer, de la luna llena, además de animales como los osos, los alces, las aves, las tortugas o los peces.
Chartrand comentó que este pabellón también ofrece un espacio para el intercambio cultural entre pueblos de todo el continente, pues ha habido artistas de países como Brasil, Estados Unidos y México.
La directora artística se mostró complacida de que esta es la primera ocasión en que una iniciativa de este tipo se lleva a cabo en el marco de unos Juegos Panamericanos y afirmó que espera que se siga llevando a cabo.
«Los próximos Juegos Panamericanos serán en Perú y esperamos que las comunidades de allá celebren su cultura durante los juegos», declaró.
El punto cumbre del festival será la fiesta tradicional Pow Wow, en la que los jefes de las naciones originarias convergerán en el sitio para bailar, cantar, socializar y celebrar unidos sus raíces y cultura.
En esta fiesta también se lleva a cabo una competición de danza entre las comunidades.
El festival, que concluirá el domingo después de 16 días de actividades, cuenta con el apoyo de las 14 naciones originarias y los gobiernos federal y provincial así como la ciudad de Toronto.