miércoles, 2 de septiembre de 2015
Abogado italiano del Estado uruguayo es optimista sobre juicio Cóndor en Roma

Patrícia Álvares
Montevideo, 2 sep (EFE).- El abogado italiano que representa a Uruguay en el juicio por el Plan Cóndor en Roma, Fabio Galiani, demostró optimismo para condenar al exmilitar Jorge Néstor Troccoli, acusado de actuar en la desaparición de ciudadanos italianos durante la dictadura uruguaya (1973-1985).
El proceso analiza el paradero de una veintena de suramericanos con ciudadanía italiana en dicho programa de represión en América Latina, en las décadas de 1970 y 1980.
«Creo que tenemos buenas oportunidades contra Troccoli. En su caso particular tenemos más elementos que contra otros acusados (…). Su estrategia de defensa, en mi opinión, fue totalmente demolida por la documentación que presentamos y por los testigos que ya fueron escuchados», dijo Galiani en una entrevista con Efe en Montevideo.
El exmilitar integró el Cuerpo de Fusileros Navales (FUSNA), encargado de la represión dentro de la Marina y cuyo periodo de actividad más importante se desarrolló entre 1977 y 1978.
Con el fin de la dictadura vivió en libertad, convencido de que no se le podía juzgar debido a la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, una suerte de amnistía, y llegó a escribir un libro, «La ira del Leviatán», en el que admite que hubo torturas, aunque en forma de eufemismo.
Troccoli escapó de la Justicia uruguaya en 2007 justo cuando iba a ser detenido y viajó a Italia, país del que también tiene ciudadanía y donde ahora vive en libertad.
«Considerando que se trata de un ciudadano italiano y que el pedido de extradición de Uruguay fue rechazado por Italia con base en una convención internacional, Uruguay se apoyó en la misma norma para solicitar que Troccoli fuera juzgado también por los crímenes cometidos contra las víctimas uruguayas», no solamente la veintena italiana, explicó el abogado respecto a la importancia del caso.
Por el momento ha sido el único de los acusados que se ha personado ante el Tribunal, el pasado 12 de febrero, si bien en instancias posteriores no lo hizo.
Galiani está en Montevideo para reunirse con los testigos de la causa y definir una nueva lista de citados a comparecer al tribunal romano, una vez que esa Corte determinó reducir a la mitad el número de personas que serán escuchadas en la segunda ronda de audiencias, entre fines de este mes y noviembre próximo.
El representante del Estado uruguayo en el juicio italiano expresó la dificultad en elegir los nombres entre los más de 100 relacionados con un tema tan sensible, en el que hay que ser «objetivo y racional» para aportar informaciones concretas más allá de las emociones.
En ese sentido, consideró que los encuentros fueron productivos y también ayudaron a aclarar dudas de los familiares en cuanto a los procedimientos de la Corte.
«También fue bueno para ellos entender el juzgado en Roma, es muy importante. Ellos quieren seguir y les interesa que se haga justicia y que la verdad salga a la luz. Ellos esperan ver a Troccoli condenado en Italia», contó.
Por otro lado, Galiani lamentó que la prensa italiana no le de al tema la «atención necesaria a un juicio tan importante, que también sirve para escribir la Historia», sobre todo porque el caso es analizado por un jurado popular.
«Es difícil para el jurado porque tenemos un calendario realmente masivo, cerca de dos audiencias por semana, desde las 9:00 hasta las 18:00. Ellos estaban realmente cansados de estar tantas horas y escuchar casos tan complicados que involucran a cuatro diferentes países, lo que significa tener que entender los contextos y la historia de esos lugares», matizó.
Están imputados en el juicio italiano, cuya audiencia arrancó en marzo pasado, 32 antiguos miembros y civiles vinculados a las Juntas Militares de Bolivia (1), Chile (11), Perú (4) y Uruguay (16), además del exdictador boliviano Luis García Meza (1980-1981) sumado posteriormente al proceso.
El llamado Plan Cóndor fue ideado por el general chileno Augusto Pinochet y orquestó la represión de la oposición política en las décadas de 1970 y 1980 por parte, sobre todo, de los regímenes dictatoriales del Cono Sur.
Particularmente en Uruguay, cifras oficiales dan cuenta de 192 desaparecidos en ese período, por lo que la emblemática y multitudinaria Marcha del Silencio reclama anualmente «verdad y justicia» en la principal avenida de Montevideo cada 20 de mayo desde 1996.