jueves, 12 de noviembre de 2015
Clima de normalidad marca el tercer paro general parcial de Uruguay de 2015

Montevideo, 12 nov (EFE).- El paro general parcial convocado para hoy por los sindicatos uruguayos, el tercero con estas características de 2015, estuvo marcado por un clima de normalidad en la mayoría de los sectores de actividad, si bien su adhesión se notó principalmente en la sanidad y la educación privada.
El paro parcial, encabezado por el PIT-CNT, la principal central sindical de Uruguay, rigió desde las 9.00 a las 13.00 (12.00-16.00 GMT) en reclamo de mejoras salariales, un 6 % del producto interior bruto para la educación, mayor inversión pública y por la aprobación de una ley de empleo para personas discapacitadas.
Aunque miles de trabajadores recorrieron los dos kilómetros que separan la Intendencia de Montevideo, punto de concentración de los manifestantes, y la Bolsa de Valores, donde dirigentes sindicales leyeron una proclama, la actividad en el sector del comercio, los servicios y el transporte colectivo de la capital uruguaya transcurrió sin inconvenientes.
También las clases en las escuelas primarias del país no se vieron afectadas ya que la Federación Uruguaya del Magisterio (FUM) apoyó la medida pero resolvió no paralizar su actividad.
Los servicios de sanidad pública y privada sí se vieron afectados especialmente por este paro, ya que los gremios de trabajadores del sector adhirieron a la huelga parcial.
La marcha de los sindicalistas finalizó frente a la sede de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay (CNCS), en protesta a las críticas del vicepresidente de ese organismo, Gustavo Licandro, respecto al funcionamiento de los Consejos de Salarios.
Este ámbito de negociación salarial con representación estatal, patronal y sindical, fue suspendido en 1990 con la llegada al Gobierno del conservador Luis Alberto Lacalle (1990-1995), del Partido Nacional, y restablecido en 2005 con la asunción de Tabaré Vázquez, del Frente Amplio, bloque de izquierdas al mando del país desde entonces.
«(Licandro) planteó que lo mejor para Uruguay sería que no hubiera Consejos de Salarios. Estamos acá (en la CNCS) para decir con claridad que la negociación colectiva en Uruguay no se toca», dijo en la proclama Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT.
En tanto, el ministro de Economía de Uruguay, Danilo Astori manifestó esta mañana a la prensa su «respeto» por las exigencias salariales de los sindicatos, aunque expresó que es precisa «voluntad» de todos los actores para alcanzar «coherencia y cohesión» entre la «política monetaria, cambiaria, fiscal y de ingresos» del país.
No obstante, Abdala consideró en declaraciones a los medios que «en aras de los equilibrios macroeconómicos y las estadísticas» que debe mantener el Gobierno, no se puede dejar de lado a «los seres humanos».
«El movimiento sindical en su independencia es capaz de discrepar y de seguir planteando que los cambios no se detengan. Es (pedir) mayor presupuesto educativo, salud de calidad, negociación colectiva extendida y convenios que mejoren la calidad de vida de los trabajadores que ganan 15.000 pesos (500 dólares) o menos», expresó por su parte a la prensa Pereira.