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Discurso de Gabriel Boric
Montevideo, 12 ago (EFE).- Andrés Barrios, entrenador del atleta uruguayo Andrés Silva, que dio positivo en un control antidopaje, confía en la limpieza de su pupilo, a quien entrena desde hace 17 años y al que considera «un profesional de la A a la Z», según dijo hoy en diálogo con Efe.
«Andrés (Silva) ha logrado una carrera inmaculada, es un profesional de la A a la Z y a veces se comentan cosas y se hacen análisis que se adelantan a la situación y eso perjudica la imagen del deportista», manifestó Barrios.
«Llevo 17 años con él y es el único tipo que puede tener de 7 a 8 controles de dopaje por año», agregó.
El lunes se supo que Silva, quien compitió en la prueba de 400 metros vallas de los Juegos Panamericanos de Toronto y acabó de séptimo en la final, dio positivo en un control rutinario realizado por la Organización Nacional Antidopaje de Uruguay (Unau) a principios de junio.
Al día siguiente declaró ante esta institución, donde pidió la apertura de la muestra B del examen de orina en el que dio positivo y el organismo valoró no suspender al deportista, por lo que podrá participar en el Mundial de Atletismo de Pekín que comienza el próximo 22 de agosto.
«Nuestra defensa fue muy sólida y se decidió no suspender a Andrés de manera preventiva y abrir una investigación mucho más profunda para ver qué es lo que pasó realmente», indicó Barrios.
En opinión del entrenador, el resultado de la prueba antidopaje se puede deber a dos cosas: a que tomara un producto contaminado con una sustancia que no figuraba en el prospecto, o que la sustancia que dio positivo fuese generada por su cuerpo de forma natural.
«El suplemento que tomó no lo compró en Uruguay, sino en Puerto Rico, y ahora hay que investigar (…) y lo tomó con el consentimiento de los médicos, pero hay que analizar el producto (…) para comprobar si realmente el producto está contaminado o es un problema hormonal de Silva», subrayó.
En cuanto a la posibilidad de que fuese una sustancia generada por el cuerpo del deportista, su entrenador recordó que en 2008, al regresar de los Juegos Olímpicos de Pekín, Silva dio «una alteración hormonal por encima de lo normal y se le hizo un seguimiento a petición nuestra por motivos de salud».
Barrios aseguró que en su trabajo él no supervisa ni la alimentación ni los suplementos vitamínicos de su pupilo, e indicó que tiene prohibido recomendar al deportista lo que tiene que tomar.
«En el momento que el atleta desea algo hablo con los médicos que tiene el Comité Olímpico Internacional (COI) en Uruguay, que son los que tienen que dar la autorización», dijo el técnico.
Al Mundial de Pekín acude con el objetivo de conseguir la marca mínima exigida para poder competir en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.