viernes, 7 de agosto de 2015
Familia de refugiados sirios en Uruguay viaja a Europa con billetes de vuelta

Montevideo, 7 ago (EFE).- Una familia siria de las cinco refugiadas en Uruguay desde octubre de 2014 viajó a Europa con pasajes de ida y vuelta y con un «documento de identidad y viaje» expedido por la cancillería uruguaya, confirmaron fuentes oficiales.
La Secretaría de Derechos Humanos de Uruguay, que depende de la Presidencia de la República, dijo en un comunicado estar «al tanto de este viaje» y recordó que estas familias, «al igual que cualquier persona», tienen el derecho a salir «de cualquier país, incluso del propio y a regresar a su país».
Según unas declaraciones del canciller Rodolfo Nin Novoa que reprodujeron hoy medios locales, el país al que viajó la familia siria es Serbia, donde al parecer tienen familiares.
La institución de derechos humanos destaca que la compra de los pasajes para el viaje, que tuvo lugar este miércoles, no se realizó con fondos de la Secretaría «ni con ningún otro tipo de fondo público».
En octubre de 2014, cinco familias sirias, compuestas por 42 personas y en su mayoría niños, víctimas de la guerra civil que sufre su país desde 2011, llegaron a Uruguay por decisión del Gobierno del entonces presidente José Mujica (2010-2015).
La llegada de otras siete familias -72 personas- estaba prevista para febrero de este año, pero fue postergada para finales de 2015 por decisión del Gobierno de Tabaré Vázquez, que asumió la Presidencia el pasado marzo.
El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, señaló el pasado 20 de julio que Uruguay no va a entrar en un «default humanitario», pese al costo de una operación que en total supone la llegada al país de 120 sirios, y apeló «a la sensibilidad y a la solidaridad» frente al «drama de estas familias».
Según el canciller, cada familia residirá, separadamente, en viviendas rurales facilitadas por el Gobierno, con el fin de que puedan cultivar una huerta, criar animales y ser autosuficientes, y a los jefes del hogar se les ayudará a obtener un trabajo remunerado.
La idea es evitar lo que pasó a los primeros 42 sirios, que fueron instalados todos juntos inicialmente.
Supuestos casos de violencia machista, negados después por el Gobierno, así como el aviso de que algunas niñas sirias no estaban yendo a la escuela, dieron pie a polémicas en los últimos meses respecto a dichas familias.