miércoles, 9 de diciembre de 2015
Iglesias: A.Latina debe cambiar su modelo productivo y España puede ayudarla

Montevideo, 9 dic (EFE).- El exsecretario general iberoamericano, el hispano uruguayo Enrique Iglesias, aseveró hoy que América Latina necesita reformar su modelo productivo para dar más participación a la industria y depender menos de las materias primas y remarcó el papel que en ese sentido puede cumplir el mundo empresarial español.
«La empresa latinoamericana mediana y pequeña tiene una productividad solo del 30 al 40 % de la misma empresa en Estados Unidos. Es un impacto muy fuerte», dijo quien fuera jefe de la Secretaría General Iberoamericana (Segib) entre 2005 y 2014 durante una conferencia en la Cámara Española de Comercio en Montevideo.
En su opinión, la región mantiene una estructura productiva muy dependiente de las materias primas, que suponen en torno al 70 % de las exportaciones, algo que «no es suficiente para generar una mayor independencia del ciclo externo».
«América Latina tiene que pasar a una etapa más sofisticada de industrialización de servicios y de valor añadido a la propia exportación de materias primas», remarcó el también exsecretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Es así que España «tiene un papel que cumplir» en el pasaje de la región a un nuevo modelo donde haya una mayor participación de la industria y de los servicios.
Entre las razones de poner el punto de mira en ese país europeo se encuentra lo que definió como el poder de «lo iberoamericano», que en un mundo que vive un momento de «grandes problemas» es para Iglesias «algo más que una poesía del pasado» y ha de ser «un punto de apoyo» para entender de forma conjunta el «mundo que viene».
«Y mantener una cierta capacidad de diálogo conjunto asentado en valores compartidos en lenguas compartidas y en sueños compartidos», argumentó.
En ese sentido, valoró la penetración de España en la economía latinoamericana y la presencia «dinámica» que adquirieron sus empresas en los últimos años, que priorizaron esta región, con vínculos históricos y sociales, mientras el resto de países europeos miraban más a Asia.
Iglesias marcó la década de 1990 y la reciente crisis económica de España como los dos puntos importantes que dieron en la presencia de ese país «un volumen que no tuvo nunca en América Latina», que consideró fue buena para ambos territorios.
«El gran tema para el futuro es cómo asociar a la empresa española, grande, pequeña y mediana en la gran transformación de la producción de América Latina mirando hacia el futuro», señaló.
No obstante, Iglesias, que nació en la región española de Asturias en 1930 y emigró a Uruguay en su infancia, afirmó que su «gran sueño» es lograr «fertilizar» la productividad de las empresas pequeñas y medianas latinoamericanas, incidiendo en la formación humana, a partir de la asociación con similares empresas españolas.
Para ello anunció la creación del Consejo Iberoamericano de la Productividad y la Competitividad, impulsado por él e integrado por 50 grandes empresas iberoamericanas.
Para que Latinoamérica pueda cambiar su modelo, Iglesias, que en 2014 recibió el collar de la orden del Toisón de Oro de manos del rey Juan Carlos, consideró importante que la gran empresa española refuerce, por ejemplo, su presencia en los sectores donde tiene ventajas competitivas, como son a su juicio las energías renovables o la biotecnología.
«El contacto con grandes empresas permite a las pequeñas mejorar su eficiencia productiva», afirmó.
En la conferencia «Nuevas oportunidades al comercio con España en la presente coyuntura económica de Latinoamérica», el extitular de la Segib, que también fue canciller de Uruguay entre 1985 y 1988, abordó además el momento económico global.
«En América Latina se terminó una década dorada, más que nada un quinquenio dorado que terminó en 2011 con una crisis financiera violenta que partió de EE.UU y se contagió a Europa».
Abordar la reforma educativa, «una tarea pendiente en toda América Latina», así como solucionar el déficit de inversión en infraestructura y desarrollar políticas sociales inspiradas por el emprendedurismo son debes que a su modo de ver en estos años la región no enfrentó.
Iglesias defendió la integración regional, que si bien reconoció está generando situaciones «de desencanto» y «frustración», apostó por cambiarla y modernizarla antes que abandonarla.
Por último, controlar la inflación y aumentar el nivel de actividad para poder frenar la pérdida de posiciones de la gente que avanzó en lo social «y no quiere perder posiciones» son, para el veterano político y economista los desafíos a los que de ahora en adelante debe enfrentarse la región.