martes, 1 de septiembre de 2015
La economía de Nicaragua urge de más mercados y diversificar exportaciones

Luis Felipe Palacios
Managua, 1 sep (EFE).- Nicaragua, la economía más pequeña de Centroamérica, donde solo cuatro países compran el 60 % del total de los productos, urge encontrar nuevos mercados y diversificar sus exportaciones para consolidar su crecimiento, según el análisis de las autoridades y economistas.
Con un Producto Interior Bruto (PIB) de 11.805,6 millones de dólares y un ingreso per cápita de 1.904,7 dólares, Nicaragua redujo en 0,2 puntos porcentuales su previsión de crecimiento económico para 2015, a un rango de entre un 4,3 % y un 4,8 %.
La previsión inicial era crecer en un rango entre un 4,5 % y un 5 %, casi como en 2014, cuando la economía creció un 4,7 %.
La razón de esta rebaja, las menores perspectivas de crecimiento económico mundial para 2015, en concreto un menor dinamismo económico en Estados Unidos -principal mercado de Nicaragua- y en las economías emergentes y en desarrollo, según un informe del banco emisor del Estado.
La no gubernamental Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), un centro de pensamiento independiente, también redujo las perspectivas de crecimiento para Nicaragua de un 4,5 % a un 3,9 %.
El director ejecutivo de Funides, Juan Sebastián Chamorro, explicó a Efe que han disminuido en 0,6 puntos porcentuales las perspectivas para Nicaragua por un crecimiento menor de lo esperado de EE.UU. y por un contexto internacional poco favorable.
También por un menor desempeño de las exportaciones, que cayeron un 4,9 % en el primer semestre, y por las condiciones desfavorables del clima en la zona seca del país.
«Tenemos que exportar con mayor valor agregado, (tener) una matriz de exportación diversificada y más mercados para hacerle frente a estos vaivenes de los mercados internacionales», señaló Chamorro, economista de profesión.
Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) también evaluará la economía de Nicaragua a partir de la segunda quincena de octubre próximo y «es posible que reconsideremos qué es lo que va a ser el crecimiento» económico nicaragüense en 2015, adelantó el representante de ese organismo en el país, Juan Fernando Zalduendo.
En marzo pasado, durante la última visita de una misión del FMI en Managua, ese organismo proyectó un crecimiento del PIB de Nicaragua de un 4,6 %.
Actualmente el FMI considera «que hay factores externos, fundamentalmente, que están haciendo el mercado externo de Nicaragua más complicado de lo que se creía que iba a estar a principios de año», anotó Zalduendo.
El presidente del ente emisor, Ovidio Reyes, ha explicado que la principal amenaza a la economía nicaragüense es un estancamiento económico de Estados Unidos, como el que se está dando este año.
«Cualquier cosa que pase allá (EE.UU.) nos revienta acá» en Nicaragua, dijo el presidente del banco.
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) de Nicaragua, José Adán Aguerri, indicó a Efe que urge trabajar el tema de productividad, inversión, tecnología y sistema de riesgo con el fin de buscar mayores niveles de producción.
Observó que la caída de las exportaciones es por la baja en los precios de los principales productos de exportación.
«Por eso es importante que nosotros sigamos buscando nuevos mercados», puntualizó.
En ese sentido, el dirigente empresarial indicó que Nicaragua debe tener en la mira, para colocar sus productos, a Corea del Sur, Canadá y los 13 países que integran la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).
La Aladi, que tiene su sede permanente en Montevideo, está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela como miembros.
«Esa diversificación de mercados es lo que nos puede permitir tener mejores precios en momentos en que» mercados tradicionales, como Estados Unidos, que compra 3 de cada 10 dólares que vende Nicaragua, está comprando menos, valoró Aguerri.
Para el dirigente empresarial, Nicaragua tiene que buscar cómo tener una economía más balanceada «y no ser una economía que exporte productos agrícolas», cuyas ventas representan el 19 % del PIB.