Montevideo, 15 sep (EFE).- La economía de Uruguay cayó un 1,8 % de abril a junio de 2015 si se compara en términos desestacionalizados con el primer trimestre de este año y disminuyó un 0,1 % con respecto al mismo período del año anterior, divulgó hoy el Banco Central de Uruguay (BCU) en su informe trimestral.
Los efectos de la sequía en la generación de energía hidroeléctrica fueron una de las causas para explicar la caída del producto bruto interno (PIB) en comparación con el trimestre anterior.
A causa del déficit hídrico que atravesó el país suramericano durante la primera mitad del año, el suministro de energía eléctrica, gas y agua bajó un 58,5 % en la comparación interanual, situación que fue atenuada por un mejor desempeño de las industrias manufactureras y los servicios de transporte, almacenamiento y comunicaciones.
Por su parte, el decrecimiento con respecto al mismo período de 2014 también se explica por una disminución del 0,1 % volumen físico del Valor Agregado Bruto (VAB) a precios básicos y de 0,5% de los impuestos netos de subvenciones sobre los productos, precisa el informe.
El crecimiento del transporte, el almacenamiento y las comunicaciones (3,1 %) y de las industrias manufactureras (9,7 %) se explica en términos interanuales por el mejor desempeño de las telecomunicaciones y la producción de pasta de celulosa, respectivamente, durante el segundo trimestre.
Esta última actividad económica también incidió en un aumento del sector agropecuario en el entorno de 2,2 %, a raíz de la mayor demanda de madera.
En tanto, el documento del Banco Central del Uruguay indica que desde la perspectiva del gasto el comportamiento del PIB registrado en el segundo trimestre del año responde a una caída de la demanda interna, compensado por el crecimiento de la demanda externa neta.
En declaraciones a los medios realizadas esta mañana antes de la publicación del informe, el ministro de Economía de Uruguay, Danilo Astori, dijo que estas cifras son «coincidentes» con las predicciones de crecimiento del equipo económico, que vaticina un crecimiento de la economía de entre 2 y 2,5 % para este año.
«El rumbo que estamos siguiendo es el que confirmamos y vamos a seguir su trayectoria es apostar al crecimiento aún (si es) modesto, desacelerado. (…) Uruguay sigue creciendo por fundamentos sólidos que tienen que ver con el mantenimiento de niveles de inversión y siguen muy firmes», dijo el ministro.