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Discurso de Gabriel Boric
Raúl Martínez
Montevideo, 31 dic (EFE).- Visitar las principales playas de Uruguay durante el último día del año se ha convertido en una costumbre para los habitantes de este país y para los turistas que buscan el calor del verano austral huyendo de las bajas temperaturas propias del invierno en el hemisferio norte.
Oficialmente, el país sudamericano, al igual que todos los del hemisferio austral, goza de la temporada estival del 21 de diciembre al 20 de marzo.
Las temperaturas se sitúan, en promedio, entre los 28 y los 35 grados durante todo el estío, lo que convierte a Uruguay en un atractivo para propios y extraños que llama al disfrute de todas sus costas, sobre todo, las del litoral este y sureste, donde se concentran los arenales más codiciados por los turistas.
En este sentido, el salvavidas Héctor Sipiliano, con 32 años de experiencia, explicó hoy a Efe que en Montevideo, y en la costa uruguaya en general, están «acostumbrados» a recibir visitantes de las «regiones y países fríos», como Canadá, Europa y Estados Unidos.
«El que puede salirse del frío va a venir a los climas cálidos, y hoy Montevideo está dentro del itinerario del mundo, de los turistas. Es un lugar abierto, muy receptivo, con gente que vive con un estilo muy europeo», aseguró.
Uno de los principales destinos de sol y playa de Uruguay es Punta del Este (sureste), que durante la temporada estival se convierte en uno de los grandes protagonistas de las portadas de los medios locales debido a la gran cantidad de hombres de negocios, artistas y personajes famosos que eligen este destino para descansar y relajarse.
De hecho, el viceministro de Turismo de Uruguay, Benjamín Liberoff, informó que el país arrancó la temporada de verano con un seis por ciento más de visitantes que en 2014, y auguró que la tendencia se mantendrá hasta el final de la estación.
«Cuando llegan estas fechas de las fiestas vienen en masa, porque la gente sabe que el verano es el momento especial para salir con la familia y compartir, puesto que la tradición uruguaya marca vivir y disfrutar en familia y la playa une y convoca», dijo Sipiliano.
Lo habitual es que las personas que visitan las playas para aprovechar el sol de las últimas horas del año se retiren temprano para la organización de las veladas familiares y, aunque algunos lo hagan, no es lo normal que haya personas que cambien de año sobre la arena.