lunes, 2 de noviembre de 2015
Los uruguayos prefieren el Día de la Madre para acudir al cementerio

Montevideo, 2 nov (EFE).- En contraste con la tradición de visitar los cementerios en el Día de los Difuntos, que se celebra hoy, los uruguayos cada vez se inclinan más por hacerlo durante el Día de la Madre, en mayo, aunque en conjunto, según dicen empleados del sector, es una costumbre que ha decaído en los últimos años.
En el Cementerio del Norte, en Montevideo, uno de los más grandes de Latinoamérica con 93 hectáreas de extensión y el principal de Uruguay, se prevé que durante todo el día, en el que ha predominado el buen tiempo, hayan pasado unas 10.000 personas, una cifra que ha descendido en función a años anteriores.
Fuentes de la gestión de dicho camposanto, donde reposan restos de unas 400.000 personas, contaron a Efe que durante el Día de la Madre, el pasado 10 de mayo, el cementerio recibió la visita de 15.000 personas, y agregaron que los visitantes que más concurren durante este día son adultos mayores de 60 o 70 años.
No obstante, observaron una caída general del número de visitas a los cementerios, que a su juicio se debe a que actualmente la mayor parte de los fallecidos han sido cremados (incinerados) para posteriormente ser llevados por los familiares, mientras que un número menor se encuentra inhumado (enterrado) en las instalaciones.
«En estos últimos años el nivel de personas que viene al cementerio ha venido decayendo. Yo creo que se ha perdido un poco la costumbre a venir acá a rendir respetos a sus muertos», dijo a Efe Pablo de León, inspector de la Unión Cooperativa Obrera del Transporte, que hoy se encontraba coordinando el tránsito de autobuses a la puerta del cementerio.
Sin embargo, esto no detiene a las empresas de transporte público que realizan operativos especiales para movilizar a la mayor cantidad de personas en las cercanías del cementerio, situado en el norte de la ciudad.
Tampoco las cifras de visitantes son motivo de alarma para los comerciantes de flores que se encuentran en las inmediaciones del cementerio, algunos hasta con 30 años de experiencia, quienes aseguran que este negocio no se ha visto afectado por el descenso de visitantes mencionado.
«Nosotros tratamos de brindar un cariño a través de una flor, a pesar de todo se vende», expresó Natalia Maciel, comerciante de flores.