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Discurso de Gabriel Boric
Montevideo, 15 sep (EFE).- El ministro uruguayo de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, exguerrillero tupamaro, dijo hoy que Héctor Amodio, antiguo compañero de lucha que fue procesado con prisión cautelar este lunes por presuntos delitos de hace más de 40 años, es «un muerto que camina» y su alma «ya está en el infierno».
El ahora detenido, de 78 años, que integró el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T), guerrilla urbana de izquierdas que combatió en las décadas de 1960 y 1970, es considerado un traidor por sus antiguos compañeros.
El motivo es que los militares que tomaron el poder en un golpe de estado en 1973 y que derivó en una dictadura cívico militar que duró 12 años, le concedieron un salvoconducto y un pasaporte con el nombre de Walter Correa para que se exiliara en España a cambio de colaboración el año en el que accedieron al Gobierno.
«Es un tema que no me interesa para nada», señaló Fernández Huidobro tras participar en un acto en Montevideo y al ser consultado por los medios de comunicación acerca de su opinión sobre la situación de Amodio.
La Justicia uruguaya dictó ayer prisión cautelar para Amodio Pérez, que volvió el pasado 7 de agosto a Uruguay por primera vez con su identidad real y tras 42 años en España para presentar un libro, como presunto autor responsable de reiterados delitos de privación de libertad especialmente agravados.
Esta resolución considera que el antiguo guerrillero colaboró para que se privara de libertad a personas que estuvieron encarceladas durante años.
«Esa persona es un muerto que camina, su alma ya está en el último circulo en la cuarta zona del infierno. Como dijo Dante. Los que traicionan siguen viviendo en la Tierra pero su alma se va para el infierno», consideró Fernández Huidobro.
«Cuando Dante camina recorriendo el infierno con Virgilio, le dice que lo que hay en la Tierra son muertos que caminan», agregó.
Al poco de llegar a Montevideo, Amodio recibió dos denuncias que lo acusan de complicidad con los militares en detenciones y torturas, que se unen a otra causa abierta en 2011, en la que exprisioneras políticas denunciaron abusos y en la cual dos militares nombraron a Amodio en su declaración.
Es en el marco de esta última por la que la Justicia determinó su procesamiento con prisión, también solicitado por la fiscalía pero sin considerarlo, como esta había pedido, delito de lesa humanidad.
Es así que Fernández Huidobro fue citado a declarar el pasado 15 de agosto por la jueza del caso en calidad de testigo de los hechos que se le atribuyen a su antiguo compañero.
«Lo que la jueza y la fiscal querían saber declaré», agregó.
También el antiguo guerrillero y expresidente del país José Mujica (2010-2015) declaró como testigo.
A la pregunta de un periodista acerca de las diversas entrevistas en las que Amodio declaró que su situación judicial responde a una operación política de Mujica, del también extupamaro y actual ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y él mismo, Fernández Huidobro dijo no tener nada que decir y no querer «entrar en esa estupidez».