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Discurso de Gabriel Boric
Rodrigo García Melero
Montevideo, 1 ago (EFE).- Dicen estar al inicio de un cambio y que frecuentar más España es su cuenta pendiente, pero los Miranda, que despacharon hoy en directo en Montevideo su incuestionable lista de éxitos del más enérgico electropop argentino, no son muy de hacer planes, sino de ver la vida pasar y dejarse llevar por la intuición.
«Somos un grupo muy activo y nos dirigimos hasta el infinito y más allá», explica en diálogo con Efe Ale Sergi, el icónico vocalista masculino de la formación cuyo falsete es un emblema desde que en 2002 la banda publicase su primer disco «Es Mentira».
Junto al resto de músicos y ataviados con llamativas vestimentas con la carta de ajuste televisiva estampada, el espectáculo, de casi dos horas, recorre 30 canciones con las que consiguen generar un show «efectivo, muy enérgico, muy fiestero», cuenta Juliana Gattas, la voz femenina y el otro alma máter del grupo.
«La idea es mantener el espíritu del grupo pero ir incorporando diferentes elementos y vamos a ver con qué nos sorprendemos a nosotros mismos para sorprenderlos después a ustedes», añade Sergi.
En su parada por la capital uruguaya y en la céntrica sala La Trastienda, «Nadie como tú», el tercer sencillo de su sexto disco, «Safari» (2014), abrió el telón de un catálogo de hits que apenas dejó cabida a una balada, casi al cierre del concierto, que permitió tomar el aire previo al subidón final.
Los centenares de fanáticos del grupo que se agolparon en el recinto hicieron de particulares coristas de himnos como «Perfecta», que en su día popularizó Sergi junto a la mexicana Julieta Venegas, la frenética «Prisionero» o la dramática «Tu misterioso alguien», con la infidelidad como protagonista.
«Todavía no hemos pensado cuál va a ser la dirección del próximo disco. Con Safari dimos un poco de vuelta de rosca a nuestra propuesta porque nos parecía que ya era el sexto disco y si bien intentamos variar en todos los álbumes esta vuelta queríamos variar un poquito más inclusive», cuenta el cantante, de 43 años.
Y es que el desternillante techno-pop con el que rompieron las pistas de baile en sus inicios con éxitos como «Bailarina», «Romix» y «Don» y los sonidos más discotequeros de «Enamorada» y «Ya lo sabía» derivaron, manteniendo la esencia, hacia el pop rock en su última incursión discográfica.
«Porque nos parecía que había que darle un ‘refill’ a la propuesta del grupo», añade el showman, a quien no le tiembla el pulso reconocer que debido a su dominio del falsete, en muchas de las canciones canta «más agudo que Juli».
«Una de las características del grupo es la combinación de las voces. Surgió (el falsete) un poco naturalmente porque nos gustaba y no era tan común en la música en español, entonces, bueno, lo adoptamos», comenta convencido.
En Uruguay tampoco faltó una de las pocas canciones de otros artistas que han versionado en el estudio de grabación, «Miro la vida pasar», de Fangoria, el grupo de Alaska y Nacho Canut, una especie de padrinos españoles con quienes han cantado en innumerables ocasiones.
La última en México, el pasado junio y durante dos noches en el Teatro Metropólitan, también junto a Nancys Rubias.
Y es que en su continuo ir y venir por diferentes países -tocan continuamente en Argentina y ahora van a Chile-, apenas está incluido España, donde a pesar de haber ido pocas veces conservan una buena legión de seguidores y es cuna de algunos de sus admirados grupos -además de Fangoria- : Mecano, La Casa Azul o Ellos.
«Estamos muy lejos y a veces no es tan fácil como nosotros quisiéramos. Prometemos que en los próximos años vamos a tratar de poner un poquito más de atención», afirma Ale, que define como una «cuenta pendiente» ir más seguido a ese país y que la gente conozca sus conciertos.
Por último, ninguno de los dos dudó en cumplir con la petición de que se definieran el uno al otro mirándose a los ojos.
«Juliana, quiero decirte algo: sos mi gran compañera, mi socia por siempre. Me siento muy contento de cantar con vos y viajar por todos lados tocando esta música que hacemos juntos y así que estoy muy orgulloso de formar grupo contigo», expresó la parte masculina de la historia, mientras que la femenina no se hizo esperar.
«Alejandro, vos sos un gran referente musical para mí. El mejor letrista que conocí en mi vida. Gracias por la posibilidad de unirme a vos en esta aventura tan maravillosa que es la música, en este camino tan vertiginoso y divertido y amoroso que es tocar en Miranda. Gracias hermano de mi vida. Te quiero para siempre», concluyó Juliana.
De aquí en adelante, advierten el «comienzo de un cambio» que no saben bien hacia dónde les llevará… «porque también somos muy de dejarnos llevar por nuestra intuición», aseguran.